Principios fundamentales de la arquitectura Marco Vitruvio Polión
Marco Vitruvio Polión -Marcus Vitruvius Pollio- fue arquitecto de Julio César y autor del tratado más antiguo sobre arquitectura, De Architectura. El trabajo consta de 10 libros escritos en latín y griego antiguo entre los años 27 a. C. y 23 a. C. Inspirado en teóricos helenísticos, en el prefacio del libro I, Vitruvio dedica sus escritos para expresar su conocimiento sobre la calidad de los edificios al emperador.
Vitruvio, principios fundamentales de la arquitectura
1 La arquitectura depende del orden, la disposición, la euritmia, la simetría, la propiedad y la economía.
2 El orden da la medida debida a los miembros de una obra considerados por separado, y la concordancia simétrica a las proporciones del conjunto. Es un ajuste según la cantidad. Con ello me refiero a la selección de módulos de los miembros de la propia obra y, a partir de estas partes individuales de los miembros, a la construcción de toda la obra en correspondencia.
La ordenación incluye la colocación de las cosas en su sitio y la elegancia del efecto que se debe a los ajustes adecuados al carácter de la obra. Sus formas de expresión son las siguientes: planta, alzado y perspectiva. Un plano se realiza mediante el uso sucesivo y adecuado de los compases y la regla, a través de los cuales se obtienen los contornos de las superficies planas de los edificios.
Un alzado es un dibujo de la fachada de un edificio, colocado en posición vertical y debidamente dibujado en las proporciones de la obra contemplada. La perspectiva es el método de dibujar una fachada con los lados retirándose en el fondo, las líneas se encuentran todas en el centro de un círculo. Los tres proceden de la reflexión y la invención.
La reflexión es un pensamiento cuidadoso y laborioso, y una atención vigilante dirigida al efecto agradable de nuestro plan. La invención, en cambio, es la resolución de problemas intrincados y el descubrimiento de nuevos principios mediante la brillantez y la versatilidad. Estos son los organismos que pertenecen al sistema.
3 La euritmia es la belleza y la adecuación en los ajustes de los miembros. Ésta se encuentra cuando los miembros de una obra tienen una altura adecuada a su anchura, una anchura adecuada a su longitud y, en una palabra, cuando todos se corresponden simétricamente.
4 La simetría es una concordancia adecuada entre los miembros de la obra en sí, y la relación entre las diferentes partes y todo el esquema general, de acuerdo con una determinada parte seleccionada como estándar. Así, en el cuerpo humano existe una especie de armonía simétrica entre el antebrazo, el pie, la palma de la mano, el dedo y otras partes pequeñas; y lo mismo ocurre con los edificios perfectos. En el caso de los templos, la simetría puede calcularse a partir del grosor de una columna, de un triglifo o incluso de un módulo; en la balista, a partir del agujero o de lo que los griegos llaman el vsæícæçco3; en un barco, a partir del espacio entre las espigas; y en otras cosas, a partir de varios miembros.
5 La propiedad es la perfección del estilo que se consigue cuando una obra se construye con autoridad sobre principios aprobados. Surge de la prescripción, del uso o de la naturaleza. De la prescripción, en el caso de los edificios hipoetrales, abiertos al cielo, en honor a Júpiter Rayo, al Cielo, al Sol o a la Luna: pues se trata de dioses cuyas semblanzas y manifestaciones contemplamos ante nuestros ojos en el cielo cuando está despejado y brillante. Los templos de Minerva, Marte y Hércules serán dóricos, ya que la fuerza viril de estos dioses hace que la delicadeza sea totalmente inapropiada para sus casas. En los templos de Venus, Flora, Proserpina, Agua de la Primavera y las Ninfas, el orden corintio tendrá una importancia especial, ya que se trata de divinidades delicadas y, por lo tanto, sus contornos más bien delgados, sus flores, hojas y volutas ornamentales prestarán propiedad donde se debe. La construcción de templos del orden jónico para Juno, Diana, el Padre Baco y los demás dioses de esa clase, estará en consonancia con la posición media que ocupan; pues la construcción de los mismos será una combinación apropiada de la severidad del dórico y la delicadeza del corintio.
6 La propiedad surge del uso cuando los edificios que tienen magníficos interiores están provistos de elegantes patios de entrada para corresponder; porque no habrá propiedad en el espectáculo de un interior elegante al que se llega por una entrada baja y mezquina. O, si se tallan dentilos en la cornisa del entablamento dórico o se representan triglifos en el entablamento jónico sobre los capiteles en forma de cojín de las columnas, el efecto se estropeará por la transferencia de las peculiaridades de un orden de construcción al otro, ya que el uso en cada clase se ha fijado hace tiempo.
7 Por último, la propiedad se deberá a causas naturales si, por ejemplo, en el caso de todos los recintos sagrados seleccionamos barrios muy sanos con manantiales de agua adecuados en los lugares donde se van a construir los fanales, especialmente en el caso de los dedicados a Esculapio y a la Salud, dioses por cuyos poderes curativos aparentemente se cura un gran número de enfermos. Porque cuando sus cuerpos enfermos se trasladan de un lugar insalubre a uno sano, y se les trata con aguas de manantiales saludables, se curan más rápidamente. El resultado será que la divinidad gozará de mayor estima y verá aumentada su dignidad, todo ello debido a la naturaleza de su sitio. También será naturalmente apropiado utilizar una luz oriental para los dormitorios y las bibliotecas, una luz occidental en invierno para los baños y los apartamentos de invierno, y una luz septentrional para las galerías de cuadros y otros lugares en los que se necesita una luz constante, ya que esa parte del cielo no se aclara ni se oscurece con el curso del sol, sino que permanece estable e inalterable durante todo el día.
8 La economía denota una gestión adecuada de los materiales y del emplazamiento, así como un equilibrio ahorrativo de los costes y del sentido común en la construcción de las obras. Esto se observará si, en primer lugar, el arquitecto no exige cosas que no pueden encontrarse o prepararse sin grandes gastos. Por ejemplo: no en todas partes hay abundancia de arenas, escombros, abeto, abeto claro y mármol, ya que se producen en diferentes lugares y reunirlos es difícil y costoso. Donde no hay arena de cantera, hay que utilizar los tipos arrastrados por los ríos o por el mar; la falta de abeto y de abeto claro se puede eludir utilizando ciprés, álamo, olmo o pino; y otros problemas hay que resolverlos de manera similar.
9 Una segunda etapa en la economía se alcanza cuando tenemos que planificar los diferentes tipos de viviendas adecuadas para los propietarios ordinarios, para la gran riqueza, o para la alta posición del estadista. Una casa en la ciudad exige evidentemente una forma de construcción; aquella en la que se vierten los productos de las fincas del campo requiere otra; no será lo mismo en el caso de los prestamistas y aún es diferente para los opulentos y lujosos; para los poderes bajo cuyas deliberaciones se rige la mancomunidad hay que proporcionar viviendas según sus necesidades especiales: y, en una palabra, hay que observar la forma adecuada de economía en la construcción de casas para todas y cada una de las clases.
Marcus Vitruvius Pollio
Marcus Vitruvius Pollio (c.9–c.20 BC), from Book 1 of De Architectura [On architecture] (c.25 BC), trans. Morris Hicky Morgan, in Vitruvius: The Ten Books on Architecture. New York: Dover, 1960 (orig. 1914), 5, 13–17. en Mallgrave, Harry Francis (ed) Architectural Theory, (Oxford: Blackwel Publishing, 2006), 6-8
Portada: Una representación de Vitruvio presentando De Architectura a Augusto, 1684, del libro Vitruvius on Architecture, Thomas Gordon Smith