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CONTEXTOSExpresiones Artísticas

Galerie Rosenberg y L’Effort Moderne: dos Caminos en la Vanguardia Parisina

Léffort Moderne Georges Valmier 1921

En el contexto de las transformaciones artísticas que definieron la primera mitad del siglo XX, París se consolidó como un centro medular donde germinaron y se consolidaron las vanguardias artísticas. En esta circunstancia, la figura del marchante de arte adquirió un papel determinante para mediar entre artistas, coleccionistas e instituciones, contribuyendo a la circulación de obras y dando entidad a los discursos que legitimaron estéticas representativas del arte moderno. Paul y Léonce Rosenberg, herederos de la actividad mercantil de su padre Alexandre, se posicionaron como actores relevantes de esa escena, pero lo hicieron desde perspectivas divergentes. Paul Rosenberg, desde su galería en la rue La Boétie, articuló una estrategia orientada a la institucionalización de los grandes nombres del modernismo. Por el contrario, Léonce Rosenberg emprendió un proyecto centrado en la promoción de las propuestas más radicales del periodo de entreguerras, configurando desde 1918 su Galerie de L’Effort Moderne como un espacio consagrado al Purismo y las formulaciones abstractas del movimiento De Stijl.

La agencia del marchante en la configuración del canon moderno: el caso de la Galerie Rosenberg

A comienzos del siglo XX, París se consolidó como uno de los principales centros de producción, circulación y legitimación del arte moderno occidental, albergando un ambiente de profunda transformación estética en el que las vanguardias emergentes desplazaban progresivamente los postulados del Impresionismo y el Postimpresionismo, dando lugar a nuevas configuraciones visuales como el Cubismo y la abstracción. En este contexto de renovación cultural y ruptura epistemológica, la figura del marchante de arte adquirió un protagonismo creciente, trascendiendo su función meramente comercial para convertirse en agente estructurante del sistema del arte, capaz de incidir en el reconocimiento institucional de los artistas, orientar las preferencias de los coleccionistas y contribuir activamente a la construcción del canon moderno.

El establecimiento en 1878 del negocio de antigüedades por parte de Alexandre Rosenberg en París constituyó el punto de partida de un linaje de mediadores culturales cuya actuación resultaría determinante para la configuración del mercado del arte en la primera mitad del siglo XX. Inicialmente dedicado al comercio de objetos antiguos, Rosenberg pronto diversificó su actividad hacia la representación y promoción de pintores impresionistas y postimpresionistas, incluyendo a figuras como Manet, Monet, Renoir, Cézanne y Van Gogh, configurando así un entorno familiar marcado por la sensibilidad hacia las corrientes estéticas emergentes.

Esa orientación estética y comercial fue transmitida a sus hijos, Léonce (1878) y Paul (1881), mediante una formación pragmática que combinaba el contacto directo con obras y artistas con viajes estratégicos a capitales culturales como Londres, Berlín, Viena y Nueva York. Estas experiencias, concebidas como instancias de aprendizaje profesional, permitieron a los hermanos adquirir competencias en gestión, establecer redes transnacionales y desarrollar un criterio propio en materia de adquisición y valoración de obras. Tras la retirada progresiva de Alexandre en torno a 1906, Léonce y Paul asumieron la dirección del negocio bajo la razón social L. & P. Rosenberg Fils, orientando sus actividades iniciales hacia la organización de exposiciones centradas en el arte del siglo XIX, en continuidad con las preferencias heredadas. Así, el legado de Alexandre Rosenberg no se limitó a una transmisión patrimonial, sino que constituyó un modelo formativo y estructural mediante el cual sus hijos accedieron al campo artístico no solo como herederos, sino como actores activos en la redefinición del sistema del arte moderno.

Durante la fase inicial de su colaboración, los organizadores estructuraron una serie de exposiciones cuya curaduría respondía a los intereses coleccionistas transmitidos por la figura paterna, centrándose en manifestaciones artísticas del siglo XIX y en artefactos provenientes de contextos culturales diversos; entre estas, destaca la “Exposition d’originaux de Hok’saï et de Hokkeï” realizada en 1909, que evidencia una atención particular hacia la gráfica japonesa del período Edo.

Sin embargo, la intensa dinámica cultural y artística de la escena parisina de comienzos del siglo XX forjó una divergencia estratégica entre Paul y Léonce Rosenberg quedó explicitamente manifiesta en la elección de sus respectivos programas artísticos y en la orientación ideológica de sus prácticas galerísticas, que evidencian concepciones contrastantes sobre el rol del marchante en el sistema del arte moderno.

En este contexto, Paul decidió fundar su propia galería entre los años 1910 y 1911, eligiendo como sede el número 21 de la rue La Boétie, enclave situado en el núcleo del 8º arrondissement, zona reconocida por su centralidad en el entramado artístico de la ciudad. Paul Rosenberg articuló su labor en torno a la representación exclusiva de artistas ya consagrados dentro del campo estético de la modernidad, entre los que destacan figuras como Pablo Picasso, Georges Braque, Henri Matisse y Fernand Léger. Este posicionamiento respondió a una estrategia deliberada que conjugaba la consolidación de un canon estético con la obtención de estabilidad económica a largo plazo, apoyándose en vínculos personales estrechos con los artistas y en una política contractual que garantizaba tanto la fidelización de los creadores como la regularidad del suministro de obras.

Por su parte, Léonce emprendió un proyecto similar en 1910, ubicando su espacio expositivo en el número 19 de la rue de la Baume, bajo el nombre inicial de “Galerie Haute Époque”, denominación que modificaría en 1918 al adoptar el título de “Galerie de L’Effort Moderne”, con el cual consolidaría su identidad en el ámbito del arte moderno. Léonce Rosenberg orientó su actividad hacia la promoción de propuestas estéticas más especulativas y conceptualmente radicales, centrando su atención en las etapas analíticas y sintéticas del Cubismo, así como en movimientos afines como el Purismo y De Stijl. A través de su galería L’Effort Moderne, transformada en plataforma de experimentación y difusión intelectual, Léonce asumió una postura que subordinó el éxito económico a la defensa sostenida de las vanguardias emergentes, posicionándose como mediador ideológico más que como empresario del arte. Esta orientación se tradujo en iniciativas editoriales y teóricas, entre las que destacan la revista Bulletin de L’Effort Moderne y la publicación del manifiesto Le Néo-Plasticisme de Piet Mondrian. De este modo, mientras Paul buscaba afirmar y estabilizar el canon a través de la institucionalización de sus principales representantes, Léonce operaba en los márgenes de ese mismo canon, con el objetivo de reformular sus fundamentos mediante la inclusión de lenguajes aún no plenamente aceptados por el sistema artístico dominante.

Galerie Rosenberg

Durante las décadas de 1910 y 1920, la Galerie Paul Rosenberg consolidó su posición como una de las instituciones clave en la articulación del mercado del arte moderno en París, ejerciendo una influencia significativa sobre la canonización de artistas modernos. La estrategia adoptada por Paul Rosenberg en el ámbito del comercio artístico se orientó decididamente hacia la representación de los principales exponentes del arte moderno de su tiempo, consolidando para ello acuerdos contractuales de exclusividad que aseguraban la fidelidad de los artistas a su galería, procedimiento que probablemente incorporó de modelos previos como el implementado por Daniel-Henry Kahnweiler. En 1918, Paul Rosenberg firmó un contrato de exclusividad con Pablo Picasso, relación que se materializó públicamente al año siguiente con la organización de la primera exposición individual del artista en la galería. La visibilidad social de estas exposiciones fue acompañada por iniciativas editoriales como la publicación en 1920 de una edición limitada de las ilustraciones diseñadas por Picasso para el ballet Le Tricorne.

Georges Braque fue incorporado al elenco de la galería en 1922, y en 1927 sumó a Fernand Léger. Inicialmente expuesto sin acuerdo exclusivo, Henri Matisse formalizó su relación contractual con Rosenberg en 1936. A ellos se añadió también Marie Laurencin. A pesar de su énfasis en estas figuras centrales del arte moderno, su inventario no se restringía a este grupo, pues incluía igualmente obras de artistas clásicos y de otros contemporáneos, lo que sugiere una estrategia de diversificación controlada dentro de su catálogo.

La programación expositiva de la galería respondía a una estrategia curatorial orientada a articular una transición entre la tradición artística del siglo XIX y las nuevas corrientes de vanguardia del siglo XX. En este marco, la temprana “Exposition d’œuvres de Toulouse-Lautrec” en 1914 evidencian una voluntad por establecer una genealogía del arte moderno que enlaza a los pioneros de la ruptura estética con las manifestaciones posteriores.

La exposición retrospectiva 21 rue La Boétie, realizada en 2017 en el Musée Maillol, operó como instancia de recuperación crítica que reafirmó el papel histórico de la galería en la institucionalización de las vanguardias del siglo XX.

Galerie de L’Effort Moderne

La transformación de la “Galerie Haute Époque” en la “Galerie de L’Effort Moderne” en marzo de 1918 constituye un gesto de ruptura simbólica y estratégica con respecto a las tradiciones estéticas anteriores, afirmando un programa de militancia artística que inscribe al cubismo como vanguardia legítima de la modernidad posbélica. Al adoptar la expresión «esfuerzo moderno», Léonce Rosenberg se posiciona como agente de un nuevo paradigma visual, donde el arte deviene espacio de experimentación colectiva, mediada por una lógica de construcción formal que remite a ideales racionalistas. La labor curatorial desarrollada entre 1918 y 1919, con exposiciones mensuales de figuras centrales del cubismo, permitió no sólo reconstituir la visibilidad del movimiento tras la interrupción bélica, sino también contrarrestar los discursos críticos de su agotamiento, encarnados por voces como la de Louis Vauxcelles.

Simultáneamente, Rosenberg articuló una estrategia teórica que pretendía inscribir al cubismo dentro de una tradición francesa de racionalismo formal, recurriendo a referencias filosóficas clásicas como las esencias platónicas para dotar de legitimidad metafísica a las formas abstractas. Esta actitud se refleja en textos como Cubisme et tradition de 1920, y en exposiciones de carácter historiográfico como Les Maîtres du Cubisme, donde se conjugan nombres emblemáticos del movimiento con representantes de corrientes paralelas como el Purismo y De Stijl, articulando una continuidad entre lo moderno y lo clásico.

Entre 1924 y 1927, Léonce Rosenberg consolidó una plataforma editorial y crítica a través de la publicación del Bulletin de L’Effort Moderne, una revista ilustrada que operaba como vehículo para la difusión de sus postulados teóricos, la promoción de los artistas representados por su galería y el debate en torno a las bases conceptuales de sus prácticas. Este órgano funcionó como un espacio de elaboración discursiva que articulaba un campo estético coherente en torno a la abstracción y sus derivaciones.

Paralelamente, la editorial vinculada a la galería amplió su radio de acción mediante la publicación de obras de artistas y poetas afines, entre ellos Max Jacob, Pierre Reverdy y Blaise Cendrars, contribuyendo así a la configuración de una red interdisciplinaria que conectaba artes visuales, literatura y teoría. La inclusión del Purismo y del Néo-Plasticisme responde a la voluntad de Rosenberg de construir un campo discursivo donde la abstracción geométrica se legitima como forma suprema de arte moderno. La estética purista, promovida por Ozenfant y Le Corbusier, con su apelación a la claridad, frontalidad y proporciones matemáticas, ofrecía un contrapunto al cubismo tardío, alineándose con la voluntad racionalizadora de Rosenberg.

En este marco, adquiere particular relevancia la edición en 1921 de Le Néo-Plasticisme de Piet Mondrian, texto clave en la formulación teórica del Neoplasticismo, cuya circulación contribuyó a legitimar una visión racionalista y universalista del arte moderno.

 La exposición Les architectes du groupe De Stijl de 1923 representa un hito en esta trayectoria, al ampliar el campo de intervención de la galería hacia la arquitectura, integrando de manera coherente la espacialidad moderna en el discurso estético de la abstracción racionalista. La muestra, al reunir a Van Doesburg, Rietveld, Oud y Mies van der Rohe, entre otros, proyecta una visión utópica de la modernidad arquitectónica, inscribiéndola en los valores de síntesis y normatividad propios del ideario de De Stijl. A través de esta operación, Rosenberg no sólo posiciona su galería como epicentro de la vanguardia internacional, sino que propicia un diálogo transdisciplinario donde la arquitectura se convierte en extensión tridimensional de los principios pictóricos.

No obstante, este modelo de intervención cultural, orientado más hacia la construcción simbólica que hacia la viabilidad económica, revela sus límites en el conflicto derivado de la venta por secuestro del fondo de Kahnweiler, donde Rosenberg, termina desacreditado por sus propios artistas.

Este episodio expone las contradicciones de un sistema artístico aún en construcción, donde los márgenes entre mediación crítica e interés comercial no estaban claramente definidos. La figura de Rosenberg, definida por él mismo como éditeur d’art, encarna así las tensiones propias del marchante moderno: mediador, teórico y empresario, cuya contribución al arte moderno fue a la vez fundacional y paradójica.

La actividad de la Galerie de l’Effort Moderne se vio abruptamente interrumpida en 1941, cuando las leyes antisemitas impuestas por el régimen de ocupación nazi en Francia forzaron su cierre definitivo. Léonce Rosenberg se vio obligado a pasar a la clandestinidad, y una parte significativa de sus bienes fue objeto de confiscación. Tras el fin de la guerra, no logró restablecer la actividad de la galería. Falleció en Neuilly-sur-Seine en julio de 1947, sin haber podido retomar su proyecto artístico y editorial. Este desenlace trágico marcó el cierre de una experiencia que, durante casi tres décadas, había contribuido de manera decisiva a la consolidación y difusión de las vanguardias abstractas en Europa.

Jean Metzinger, invitation card for the exhibition at Léonce Rosenberg's Galerie de L'Effort Moderne, January 1919
Jean Metzinger, invitation card for the exhibition at Léonce Rosenberg’s Galerie de L’Effort Moderne, January 1919

Conclusión

Las figuras de Paul y Léonce Rosenberg representan dos modelos diferenciados de articulación entre producción vanguardista y legitimación institucional dentro del mercado artístico parisino de las décadas de 1910 y 1920. Paul Rosenberg construyó su influencia a partir de una estrategia de estabilización del canon moderno, sustentada en relaciones duraderas con artistas fundamentales y en una red de patronazgo que garantizaba continuidad y visibilidad sostenida. La Galerie de l’Effort Moderne, como núcleo de una segunda orientación, articuló una programación basada en exposiciones individuales y colectivas de movimientos vinculados a la abstracción asumiendo un papel protagónico en la circulación de estas propuestas en el periodo de entreguerras.

La comparación entre ambos modelos de gestión permite visibilizar una tensión constitutiva del arte moderno: la que se establece entre la necesidad de renovación formal constante y la exigencia de estabilidad institucional. En este sentido, tanto la labor de Paul como la de Léonce Rosenberg pueden entenderse como contribuciones complementarias a la configuración del sistema artístico de la modernidad parisina, cada una desde perspectivas diferenciadas, pero igualmente decisivas.

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Cronología Detallada de Eventos entre 1906 y 1927

  • 1878: Nacimiento de Léonce Rosenberg.
  • 1878: Alexandre Rosenberg père inicia su negocio de antigüedades en París.
  • 1881: Nacimiento de Paul Rosenberg.
  • Antes de 1906: Paul Rosenberg adquiere experiencia y comienza a coleccionar arte en viajes formativos.
  • c. 1906: Alexandre Rosenberg père se retira, y sus hijos, Paul y Léonce, asumen la dirección del negocio familiar como socios bajo el nombre de L. & P. Rosenberg Fils.
  • 1909: L. & P. Rosenberg Fils organiza la «Exposition d’originaux de Hok’saï et de Hokkeï».
  • 1910: Léonce Rosenberg abre su propia galería en el 19 de la rue de la Baume, inicialmente llamada «Galerie Haute Époque».
  • 1910 o 1911: Paul Rosenberg establece su galería en el 21 de la rue La Boétie.
  • 1914: La Galerie Paul Rosenberg organiza una «Exposition d’œuvres de Toulouse-Lautrec».
  • c. 1915-1918: La Galerie Paul Rosenberg organiza exposiciones benéficas en apoyo al esfuerzo bélico durante la Primera Guerra Mundial.
  • Marzo de 1918: La «Galerie Haute Époque» de Léonce Rosenberg es rebautizada como «Galerie de L’Effort Moderne», señalando su dedicación al arte contemporáneo.
  • 1918: Paul Rosenberg asegura un contrato de exclusividad con Pablo Picasso.
  • Noviembre de 1918 – Junio de 1919: Léonce Rosenberg organiza una serie de exposiciones monográficas de artistas cubistas en la Galerie de L’Effort Moderne, presentando a Henri Laurens, Jean Metzinger, Fernand Léger, Georges Braque, Juan Gris, Gino Severini y Pablo Picasso.
  • Octubre de 1919: La Galerie Paul Rosenberg organiza la primera exposición individual de Picasso en su espacio.
  • 1920: Léonce Rosenberg publica Cubisme et tradition.
  • 1920: Paul Rosenberg publica una lujosa edición limitada con las reproducciones de los diseños de Picasso para el ballet «Le Tricorne».
  • 1920-1921: Léonce Rosenberg organiza varias ediciones de la exposición «Les Maîtres du Cubisme» en la Galerie de L’Effort Moderne, incluyendo a Picasso, Braque, Léger, Gris, Metzinger, Gleizes, Herbin, Laurens, Severini, Csáky, Amédée Ozenfant y Piet Mondrian.
  • Febrero de 1921: La editorial de L’Effort Moderne publica el panfleto teórico de Mondrian, Le Néo-Plasticisme.
  • Abril de 1921: Las recepciones para las exposiciones de Picasso en la Galerie Paul Rosenberg atraen a la élite parisina.
  • Mayo de 1921: Mondrian participa en la exposición «Les Maîtres du Cubisme» en la Galerie de L’Effort Moderne, vendiendo tres obras.
  • Octubre-Noviembre de 1921: La Galerie de L’Effort Moderne presenta la exposición «Quelques aspects nouveaux de la tradition» con nueve pinturas de Mondrian (sin ventas).
  • 1921-1923: Léonce Rosenberg participa como experto oficial en las ventas por secuestro de las existencias de Daniel-Henry Kahnweiler, generando controversia y dificultades financieras.
  • 1922: Paul Rosenberg asegura un contrato de exclusividad con Georges Braque.
  • 1922: Mondrian participa en la exposición colectiva «Du cubisme à une renaissance plastique» en la Galerie de L’Effort Moderne.
  • 1923: Exposición conjunta de Jeanneret (Le Corbusier) y Ozenfant en la Galerie de L’Effort Moderne.
  • 15 de octubre – 15 de noviembre de 1923: La Galerie de L’Effort Moderne presenta la exposición «Les architectes du groupe De Stijl», la primera exposición colectiva dedicada a la arquitectura De Stijl a nivel internacional.
  • 1924-1927: Léonce Rosenberg publica el Bulletin de L’Effort Moderne.
  • 1927: Paul Rosenberg asegura un contrato de exclusividad con Fernand Léger.
  • 1929: Una fotografía de la Galerie Paul Rosenberg muestra obras de Picasso y Laurencin.

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