Monumentalidad, Louis Isidore Kahn
El concepto de Monumentalidad está presente en la obra de Louis Kahn. Su fuente de inspiración son las ruinas griegas y romanas y los edificios clásicos, que imprimieron a su arquitectura un carácter monolítico de formas regulares, simetrías enlazadas, serialidad y monumentalidad. Este ensayo fué publicado en New Architecture and City Planning. A Symposium de 1944.
Louis Kahn, Monumentalidad, 1944
El oro es un material precioso. Pertenece al escultor. M onumentalidad en arquitectura puede definirse como una cualidad, una cualidad espiritual inherente a una estructura que transmite la sensación de su eternidad, de que no puede añadirse ni cambiarse. Sentimos esa cualidad en el Partenón, el símbolo arquitectónico reconocido de la civilización griega.
Algunos sostienen que vivimos en un estado desequilibrado de relatividad que no puede expresarse con una sola intensidad de propósito. Por esa razón, creo que muchos de nuestros colegas no creen que estemos psicológicamente constituidos para transmitir una cualidad de monumentalidad a nuestros edificios.
Pero, ¿hemos dado ya plena expresión arquitectónica a monumentos sociales como la escuela, el centro comunitario o cultural? “¿Qué estímulo, qué movimiento, qué fenómeno social o político experimentaremos todavía? ¿Qué acontecimiento o filosofía suscitará la voluntad de conmemorar su huella en nuestra civilización? ¿Qué efecto tendrían tales fuerzas en nuestra arquitectura? La ciencia ha aportado al arquitecto sus exploraciones sobre nuevas combinaciones de materiales capaces de una gran resistencia a las fuerzas de la gravedad y del viento. Los experimentos recientes y los filósofos de la pintura, la escultura y la arquitectura han infundido nuevo valor y espíritu a la obra de sus colegas artistas.
La monumentalidad es enigmática. No puede crearse intencionadamente. Ni el material más fino ni la tecnología más avanzada tienen por qué entrar en una obra de carácter monumental, por la misma razón que no se necesitó la tinta más fina para redactar la Carta Magna. Sin embargo, nuestros monumentos arquitectónicos denotan un afán de perfección estructural que ha contribuido en gran medida a su imponencia, claridad de formas y escala lógica.
Estimulados y guiados por el conocimiento, llegaremos lejos en el desarrollo de las formas propias de nuestros nuevos materiales y métodos. Por lo tanto, el objetivo de este artículo es abordar brevemente los horizontes más amplios que la ciencia y la habilidad han revelado al arquitecto y al ingeniero, y esbozar los posibles conceptos y expresiones estructurales que sugieren. Ningún arquitecto puede reconstruir una catedral de otra época que encarne los deseos, las aspiraciones, el amor y el odio del pueblo del que fue patrimonio. Por consiguiente, las imágenes que tenemos ante nosotros de las estructuras monumentales del pasado no pueden revivir con la misma intensidad y significado.
Sin embargo, no nos atrevemos a descartar las lecciones que nos enseñan estos edificios, ya que poseen las características comunes de grandeza en las que deben basarse, en un sentido u otro, los edificios de nuestro futuro. En la arquitectura griega, la ingeniería se ocupaba fundamentalmente de los materiales en compresión. Cada piedra o pieza que formaba la estructura debía apoyarse con precisión sobre las demás para evitar la tracción que la piedra es incapaz de soportar.
Los grandes constructores de catedrales consideraban los miembros del esqueleto estructural con el mismo amor por la perfección y la misma búsqueda de claridad de objetivos. De los periodos de inexperiencia y miedo en los que erigían enormes muros chapados rellenos de núcleo, surgió la valiente teoría de un esqueleto de bóveda de piedra sobre piedra que producía un empuje hacia abajo y hacia fuera, fuerzas que eran conducidas a una columna o a un muro provisto de la característica añadida del contrafuerte que, en conjunto, soportaba esta combinación de acciones. El contrafuerte permitía aligerar los muros entre los puntos de empuje y estos muros cortina se desarrollaron lógicamente para el uso de grandes ventanales acristalados.
Este concepto estructural, derivado de teorías anteriores y más crudas, dio lugar a magníficas variaciones en los intentos de alcanzar alturas más elevadas y mayores luces creando un entorno espiritualmente emocional insuperable. La influencia de la bóveda romana, la cúpula, el arco, se ha grabado en profundos surcos a través de las páginas de la historia de la arquitectura. A través del Románico, el Gótico, el Renacimiento y la actualidad, sus formas básicas e ideas estructurales se han dejado sentir. Seguirán reapareciendo, pero con poderes añadidos, posibles gracias a nuestra tecnología y habilidad ingenieril. El ingeniero de la última parte del siglo XIX desarrolló a partir de principios básicos las fórmulas del manual. Las exigencias de enorme cantidad y velocidad de construcción desarrollaron al ingeniero del manual, que utilizó su contenido, olvidando más o menos los principios básicos. Ahora oímos hablar de continuidad en las estructuras, una palabra que no es nueva pero que recientemente ha adquirido una gran importancia en la ingeniería y que promete relegar el manual a los archivos.
Sin embargo, no nos atrevemos a descartar las lecciones que nos enseñan estos edificios, ya que poseen las características comunes de grandeza en las que deben basarse, en un sentido u otro, los edificios de nuestro futuro. En la arquitectura griega, la ingeniería se ocupaba fundamentalmente de
La viga en I es una obra de ingeniería cuya forma se deriva del análisis de los esfuerzos que implica su uso. Se diseña de modo que la mayor proporción del área de la sección transversal se concentre lo más lejos posible del centro de gravedad. La forma se adaptó a la facilidad de laminado y en las pruebas se comprobó que incluso los filetes, una ayuda en el proceso de laminado, ayudaban a transmitir las tensiones de una sección a otra en continuidad. Se adoptaron factores de seguridad para cubrir posibles inconsistencias en la composición del material de fabricación. La maquinaria a gran escala y los equipos necesarios para su fabricación condujeron a la estandarización. La combinación de los factores de seguridad (factor de ignorancia, como lo denominó un ingeniero) y la normalización redujo la práctica de la ingeniería a la sección de los elementos de los manuales, que recomendaban secciones mucho más pesadas de lo que requerían los cálculos, y limitó aún más el campo de expresión de la ingeniería, reprimiendo la creación de las formas más elegantes que indicaban los diagramas de tensiones.
Por ejemplo, la práctica habitual de utilizar una viga en L como voladizo no tiene relación con el diagrama de tensiones, que muestra que la profundidad de material necesaria desde el extremo de apoyo hacia el exterior puede disminuir de forma apreciable. En la práctica habitual, las uniones se tratan como bisagras, lo que complica y afea las conexiones con pilares y otros elementos. Para conseguir una mayor resistencia con menor coste, la forma tubular es la mejor expresión estructural del principio de concentrar el área de la sección transversal lejos del centro de gravedad, ya que cuanto mayor sea el momento de inercia, mayor será la resistencia. Una barra de una determinada sección transversal enrollada en un tubo de la misma sección transversal (y, por consiguiente, de mayor diámetro) tendría una resistencia muy superior a la de la barra. El elemento tubular no es nuevo, pero su uso generalizado se ha visto retrasado por limitaciones tecnológicas en la construcción de uniones. Hasta hace muy poco, la soldadura estaba prohibida por los códigos de construcción.
La eficacia estructural de la unión rígida, en la que el valor de la tensión y el momento resistente es al menos igual a los valores del miembro portante, se obtiene mediante la soldadura de dichas uniones. El pilar se convierte en parte de la viga y asume funciones añadidas que no suelen calcularse para los pilares. El ingeniero y el arquitecto deben entonces volver a los principios básicos, deben mantenerse al día y consultar a los científicos para obtener nuevos conocimientos, volver a desarrollar su juicio sobre el comportamiento de las estructuras y adquirir un nuevo sentido de la forma derivado del diseño en lugar de unir piezas de fabricación conveniente. La construcción de chapas y ángulos con vigas en I remachadas es compleja y carece de gracia. La soldadura ha abierto las puertas a grandes logros en ingeniería pura que permiten utilizar formas de mayor resistencia y eficacia. Las posibilidades de elección de formas estructurales son ilimitadas, incluso para problemas concretos, por lo que la filosofía estética del individuo puede satisfacerse con su composición particular de placas, ángulos y formas tubulares que dan la misma respuesta al desafío de las fuerzas de la gravedad y el viento.
Las nervaduras, las bóvedas, las cúpulas y los contrafuertes vuelven a aparecer sólo para encerrar el espacio de una forma más generosa, mucho más sencilla y, en manos de nuestros actuales maestros de la construcción, de una forma más emotiva. A partir de la piedra, la pieza se ha hecho más pequeña y no puede verse a simple vista. Ahora es la composición molecular del metal observada y comprobada por el científico mediante espectroscopia o por registros fotoelásticos. Su hallazgo puede llegar al arquitecto y al ingeniero en la forma más elemental de la fórmula, pero por ese medio se habrá convertido en una parte instrumental de la paleta del constructor que se utilizará sin prejuicios ni temores. Ese es el camino moderno. La arquitectura gótica, basada en fórmulas de construcción básicamente simples derivadas de la experiencia y del material disponible, sólo podía llegar hasta cierto punto.
El gigantesco esqueleto principal de la estructura puede hacer valer su derecho a ser visto. Ya no necesita vestirse para atraer la mirada. El mármol y la madera se sienten a gusto en su presencia. Nuevos productos murales de materiales transparentes, translúcidos y opacos con texturas y colores excitantes cuelgan o se sujetan a las formas más delicadas de los elementos menores. Losas de pintura articulan la circulación en el vasto espacio protegido. La escultura adorna su interior. Destacados maestros del diseño de edificios indicaron la dirección que puede tomar un arquitecto para desentrañar y traducir en términos sencillos la complejidad de los requisitos modernos. Han replanteado el significado de un muro, un poste, una viga, un tejado y una ventana y su interrelación en el espacio.
Había que replantearlos cuando recordamos los conglomerados en los que la copia de estilos torturaba estos elementos. Los esfuerzos hacia una arquitectura integral ayudarán a desarrollar estos elementos y a refinar su significado. Un muro que divide el espacio interior no es el mismo muro que divide el exterior del interior. La mampostería funcionará siempre como muro de contención y de jardín. Puede utilizarse para muros exteriores por sus cualidades decorativas, pero complementarse con losas interiores diseñadas para afrontar más directamente el desafío de los elementos. El ingenio estructural puede eliminar el poste interior, pero mientras deba existir se reserva su lugar y se respeta su independencia en la planificación del espacio. Los problemas estructurales se centran en el tejado. La permanencia y belleza de sus superficies es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la ciencia. El revestimiento de las cúpulas, bóvedas y arcos que forman parte del contorno exterior del edificio puede ser parte integrante del diseño estructural. El metal inoxidable, el hormigón o los plásticos estructurales, el vidrio estructural en paneles ligeros o las grandes fundiciones de vidrio reforzado pueden ser la elección para cúpulas y bóvedas, dependiendo de los requisitos, el clima y el efecto deseado.
El revestimiento de las cubiertas planas debe considerarse con la misma seriedad, tanto si se prevé su uso como si no. Los ciudadanos de un área metropolitana de una ciudad y sus representantes han formulado un programa para un centro cultural avalado por el centro educativo nacional. El comité de ciudadanos colaboró con el arquitecto y su equipo de ingenieros. No se discutieron los costes. El tiempo no era “esencial”. Su progreso era la preocupación de muchos. Desde arriba vemos los nobles contornos del edificio. Edificios mucho más altos situados a cierta distancia del lugar no nos impresionan con la misma sensación de receptividad. Su emplazamiento es una elevación prominente en la campiña periférica enmarcada por oscuros bosques que definen el interior de amplios trazos de arquitectura terrestre. Sobre el terreno, la primera reacción proviene de las gigantescas formas escultóricas del armazón del esqueleto.
Esta espina dorsal de la idea central del arquitecto desafía con éxito a las fuerzas que durante su diseño intentaron destruirla. Para resolver las complejidades más ínfimas de todo el organismo, su creador había sacado sus conclusiones y tomado sus decisiones a partir de las influencias de muchas personas y cosas de su entorno. El plan no empieza ni termina en el espacio que ha envuelto, sino que, desde la delicada escultura del suelo adyacente, se extiende más allá, hacia los contornos ondulados y la vegetación del terreno circundante, y continúa más allá, hacia las colinas distantes.
La escultura del terreno inmediato disciplina su mente para darle forma en planos y cubos geométricos más fuertes para satisfacer su deseo de terrazas y estanques, escalones y accesos. El paisajista contrarrestó o acentuó estos planos con formas de nuevo geométricas y libres entrelazadas con los encajes de las hojas de los árboles caducifolios. Los planos revelan que las vastas extensiones albergan zonas más pequeñas destinadas a usos específicos, que están divididas del conjunto por paneles de vidrio, losas aislantes y mármol. Estas divisiones no forman parte de la estructura y sólo están relacionadas con la circulación. La planta parece continua. El gran vestíbulo es una parte del anfiteatro que se sumerge en la calle. La luz llega desde arriba a través de una ondulación de cúpulas de cristal prismático. Más adelante, a cierta distancia de la entrada, hay un gran mural de colores brillantes.
A medida que nos acercamos, las formas claramente definidas desde la distancia parecen dividirse en formas propias, cada una con su propia fuerza cromática, claras y despejadas. A un lado está el museo comunitario de escultura, pintura y artesanía. En él se exponen las obras de los jóvenes que asisten a las academias de formación profesional y de arte. Aquí son aceptados porque sus talentos pueden ser juzgados por quienes han sido instruidos en los principios básicos que subyacen al uso de un material. Las adaptaciones emocionales se dejan para que el propio expositor las evalúe por contacto, comparación y experiencia. La escultura muestra la tendencia a definir la forma y la construcción.
El mármol y la piedra se tallan como antaño. Las fundiciones en nuevas aleaciones y plásticos son los métodos favoritos para obtener permanencia. Los sólidos se entrelazan con láminas y tubos de metal. El tema expuesto no tiene límites. Con los nuevos materiales y herramientas, los tintes químicos, y con la fabricación a disposición del artista, su obra se llena de ideas. Los aerosoles metálicos y las pistolas de textura, con finos ajustes, se han convertido también en los instrumentos del escultor, el pintor y el artesano. Uno de los más jóvenes había moldeado dentro de un gran cubo irregular de plástico transparente otras formas y objetos de colores brillantes. Una esfera, planos en varios ángulos, alambre de cobre en líneas libres se ven a través del plástico.
A partir de estos experimentos sobre la forma, el arquitecto aprenderá a elegir los adornos apropiados para sus estructuras. Hasta ahora los ha omitido. Su juicio le lleva a formas libres en el espacio. Algunos de los artistas más jóvenes están influidos por las obras de un escultor más antiguo que ha desarrollado una teoría de la escala en relación con el espacio. Ha argumentado que, a medida que aumenta el tamaño de la obra estructural, deja de tener validez el carácter monolítico de las obras más pequeñas.
Para las grandes obras elegía una pequeña pieza consistente o un módulo de forma definida, un cubo, un prisma o una esfera que utilizaba para construir bloque sobre bloque, con delicados ajustes del efecto de la luz y la sombra, la forma global. Su obra, vista desde grandes distancias, conserva una calidad de textura vibrante producida por estos numerosos bloques y la acción del sol sobre ellos.
Monumentalidad
Antes de que podamos sentir el nuevo espíritu que debe envolver los días venideros, debemos prepararnos para utilizar inteligentemente los conocimientos derivados de todas las fuentes. La nostalgia del pasado no encontrará más que unos pocos partidarios ineficaces. El acero, los metales ligeros, el hormigón, el vidrio, las maderas laminadas, el amianto, el caucho y los plásticos se perfilan como los principales materiales de construcción actuales.
El remachado está siendo sustituido por la soldadura, el hormigón armado está saliendo de su infancia con el hormigón armado pretensado, la vibración y la mezcla controlada, que prometen contribuir a su perfeccionamiento definitivo. La madera laminada está sustituyendo rápidamente a la madera aserrada y es igualmente agradable a la vista, y los plásticos son tan vastos en sus potencialidades que ya se leen con interés y esperanza numerosas revistas y publicaciones periódicas dedicadas exclusivamente a sus múltiples salidas.
Se están analizando las características no probadas de estos materiales y se están descartando viejas fórmulas. Nuevas aleaciones de acero, vidrio inastillable y térmico y materiales sintéticos de innumerables tipos, junto con el material ya mencionado, componen la nueva paleta del diseñador. Hasta qué punto el progreso de la construcción se verá retrasado por los patrones de propiedad, los dogmas, la conciencia de estilo, los precedentes, los materiales de construcción no probados, las normas arbitrarias, las leyes y reglamentos anticuados, los obreros sin formación y los artesanos sin arte, es una especulación. Pero los descubrimientos de la ciencia y su aplicación han dado grandes pasos recientemente en el desarrollo de materiales de guerra que apuntan a alterar el progreso normalmente controlado y elevan nuestras esperanzas al nivel optimista. La normalización, la prefabricación, los experimentos y ensayos controlados y la especialización no son monstruos que la delicada sensibilidad del artista pueda evitar.
No son más que los medios modernos de controlar las vastas potencialidades de los materiales para la vida, mediante la química, la física, la ingeniería, la producción y el ensamblaje, que conducen al conocimiento necesario que el artista debe tener para expulsar el miedo en su uso, ampliar su instinto creativo, darle un nuevo valor y conducirles así a las aventuras de lugares inexplorados. Su obra formará entonces parte de su época y proporcionará deleite y servicio a sus contemporáneos. No quiero insinuar que la monumentalidad pueda alcanzarse científicamente ni que la obra del arquitecto alcance su mayor servicio a la humanidad por su peculiar genio para guiar un concepto hacia la monumentalidad. 1merely defender, porque admira, el arquitecto que pesa la voluntad de crecer con los muchos ángulos de nuestro desarrollo. Porque un hombre así se encuentra muy por delante de sus compañeros.
Louis I. Kahn
Fuente bibliográfica: Kahn Louis I and Robert C Twombly (ed.) “Louis Kahn: Essential Texts” (New York: W.W. Norton, 2003). 21-31
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