Rio de Janeiro House, Olson Kundig
El objetivo principal del diseño de Olson Kundig para la casa en Río de Janeiro era crear un refugio íntimo en medio de la selva tropical. La casa, de 1.500 pies cuadrados, se eleva sobre el terreno sostenida por dos pilares de hormigón y está rodeada de palmeras y árboles nativos. Cuenta con técnicas de construcción locales, como muros de hormigón y paredes de yeso de colores. Además, tiene suelos de madera brasileña y hormigón teñido. El acero estructural pintado de calidad marina se utiliza para resistir el clima húmedo. La casa está diseñada para la ventilación natural y cuenta con un sistema de calentamiento de agua por energía solar.
Casa en Río de Janeiro, Olson Kundig
Después de vivir en el núcleo urbano de Río de Janeiro durante muchos años, los clientes querían construir un refugio íntimo en su propiedad, adyacente al Parque Nacional de Tijuca, donde pudieran disfrutar de los libros, el arte y, sobre todo, del paisaje natural.
El objetivo principal del diseño era que la casa fuera lo más pequeña posible dentro de su entorno de selva tropical. La casa de 1.500 pies cuadrados se eleva en el dosel de la selva tropical, un escondite aislado para que la pareja propietaria se retire de las distracciones de la vida en la ciudad.
Esencialmente una caja de acero y vidrio, la casa se eleva sobre el terreno sostenida estructuralmente por dos pilares de hormigón, uno de los cuales funciona también como chimenea interior/exterior. Enclavada entre las palmeras juçara y las carinianas del terreno de 3,1 acres, el extremo norte de la casa contiene un único dormitorio, mientras que el extremo sur se abre a las vistas de la ciudad, el mar y la famosa estatua del Cristo Redentor de Río. En la planta baja, un porche y una cocina exterior permiten a los propietarios disfrutar del paisaje.
Las técnicas de construcción locales se incorporan en todo el edificio, incluidos los muros de obra de hormigón formado por tablas y las paredes interiores de yeso de colores sobre terracota, según la tradición brasileña. Los suelos son de madera brasileña y hormigón teñido de vermelhão, una tradición vernácula común.












El acero estructural pintado de calidad marina -el material principal de la casa- resiste el clima húmedo, en el que la corrosión es un problema. La casa está diseñada para la ventilación natural con ventanas pivotantes manuales y paredes de ventanas retráctiles con mosquiteras. Esto, junto con un sistema de calentamiento de agua por energía solar, permite que la casa funcione durante los cortes de energía intermitentes.
“Esta casa es un lugar privado e íntimo para que la pareja propietaria se adentre en la ladera de la montaña por encima de Río de Janeiro y disfrute de los libros, el arte y, sobre todo, del gran y hermoso paisaje.” Tom Kundig, FAIA, RIBA, director de diseño


Fotografías: ©Maíra Acayaba
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