El Cenotafio de Newton, concebido por Étienne-Louis Boullée en 1784, constituye una propuesta de arquitectura parlante que integra los principios racionalistas de la Ilustración, las referencias formales derivadas de la tradición clásica y una concepción transformada del espacio arquitectónico como medio de experiencia intelectual. El proyecto trasciende las limitaciones técnicas y se presenta como una reflexión arquitectónica que explora el potencial expresivo de la disciplina, representando conceptos metafísicos a través de una configuración basada en la perfección formal de la esfera. Boullée reelabora los dispositivos conmemorativos tradicionales para registrar una reflexión sobre la racionalidad, la infinitud y la capacidad del intelecto humano para formular sistemas explicativos del cosmos.
Cenotafio de Newton: Arquitectura Visionaria y Pensamiento Ilustrado
El Cenotafio de Newton surge en el contexto del pensamiento ilustrado francés del siglo XVIII, cuando la admiración por los logros científicos de Newton había alcanzado dimensiones casi religiosas entre los intelectuales europeos1. La concepción de este monumento por parte de Boullée se encuadra en el marco de la transformación epistemológica que caracterizó a la Ilustración, cuando la razón científica ocupo el lugar tradicionalmente reservado a la revelación divina como fuente primordial de conocimiento.
La decisión de Boullée de dedicar un cenotafio al científico inglés adquiere particular significado, teniendo en cuenta que Francia e Inglaterra mantenían relaciones bélicas casi constantes durante este período, situación que se intensificó durante la Guerra de Independencia Americana.2 Sin embargo, la elección de Newton responde a la idea del científico como figura paradigmática del nuevo orden intelectual que la Ilustración pretendía establecer. Newton había logrado desentrañar las leyes fundamentales que rigen el movimiento de los cuerpos celestes, demostrando que el universo opera según principios matemáticos comprensibles por la razón humana, socavando definitivamente la concepción medieval del cosmos como dominio de la intervención divina. Boullée concibió su cenotafio como una materialización arquitectónica de los principios newtonianos, particularmente de la teoría gravitacional que había demostrado la naturaleza esférica de la Tierra en oposición a las teorías cartesianas que la describían como ovoide.
Marco ilustrado y contexto utópico
La Filosofía Arquitectónica de Boullée
La fundamentación teórica del proyecto encuentra sus raíces en la filosofía arquitectónica que Boullée desarrolló en su tratado “Arquitectura, Ensayo sobre el Arte”, donde define la arquitectura como “el arte de llevar cualquier edificio a la perfección”. 3
Boullée establece los fundamentos de la “arquitectura parlante”, impulsando la idea de que un edificio debe comunicar su función o propósito de forma clara y directa a través de su propia forma y composición, sin necesidad de ornamentos excesivos o explicaciones externas.4
La arquitectura parlante busca crear signos arquitectónicos capaces de generar resonancias interpretativas complejas mediante la manipulación consciente de la forma, la escala y la disposición espacial. En este sentido, Boullée desarrolla un vocabulario arquitectónico que prescinde completamente de la ornamentación tradicional para concentrar toda la carga semántica en la pureza geométrica y la monumentalidad dimensional.
El cenotafio de Newton representa una aplicación radical de sus principios teóricos, donde la función trasciende la función conmemorativa para convertirse en un dispositivo de experiencia cognitiva y emocional. Boullée explicita esta intención cuando declara que el diseño “proporcionó a la Ilustración la imagen perfecta de la plenitud expansiva de la mente que intenta ampliar el alcance de su experiencia sensorial”5, revelando la ambición del proyecto por generar en el visitante una experiencia análoga a la que debió experimentar el propio científico durante sus descubrimientos cosmológicos.
Forma esférica como metáfora del conocimiento y lo sublime
La forma esférica que define el cenotafio constituye la decisión conceptual más significativa del proyecto, en tanto sintetiza múltiples niveles de significación. La esfera de 152 metros de diámetro supera en altura a las pirámides de Giza6, actua como representación directa de la Tierra y de los descubrimientos newtonianos que revelaron su verdadera configuración geométrica, aunque Newton había demostrado matemáticamente que la gravitación terrestre produce una deformación que hace la Tierra más ancha en el ecuador, confirmando su esfericidad en oposición a las teorías cartesianas predominantes en Francia.
La monumentalidad de la esfera simboliza la infinitud cósmica que Newton había logrado comprender y describir mediante sus leyes universales. La concepción de esta forma geométrica sugiere en su interior la experiencia del espacio infinito mientras que su exterior dogmatiza la grandeza del monumento, dando forma a la relación compleja entre la limitación humana y la aspiración al conocimiento absoluto que caracterizó el pensamiento ilustrado.
Boullée implanta la esfera sobre un gran pedestal, rodeado por cientos de cipreses para generar una visión ilusoria del monumento simultáneamente semi-enterrado en la tierra y suspendido en una condición de ingravidez. Los cipreses, asociados con la mortalidad en la antigüedad, enmarcan la esfera newtoniana creando un contraste conceptual con la permanencia de los descubrimientos científicos que trascienden la existencia individual de sus creadores.7
Luz, sombra y simulación planetaria
La Arquitectura como Generadora de Experiencias Transcendentes
El aspecto más innovador del cenotafio newtoniano reside en su concepción del espacio interior como teatro de experiencias para producir en el visitante una comprensión vivencial de la inmensidad cósmica.
Boullée desarrolla un programa espacial sin precedentes que articula dos atmosferas contrastantes: el “efecto nocturno”, visible durante el día, y el “efecto diurno”, experimentable durante la noche. Esta inversión temporal de las condiciones lumínicas constituye una estrategia conceptual sofisticada para demostrar la capacidad de la arquitectura para trascender las limitaciones del orden natural mediante la manipulación técnica del espacio y la luz.
El efecto nocturno se produce mediante pequeñas aberturas practicadas en la superficie de la esfera, dispuestas según la configuración real de las constelaciones, para permitir el ingreso de luz exterior creando la ilusión de un cielo estrellado en el interior oscurecido del monumento. Esta experiencia de inmersión cósmica permite al visitante experimentar, durante el día terrestre, la contemplación del firmamento nocturno.
Boullée describe esta experiencia en términos casi místicos: «Con el diseño ante los ojos, uno verá lo que habría sido considerado imposible. Uno verá un monumento en el que el espectador se encuentra, como por encantamiento, transportado en el aire y llevado sobre los vapores de las nubes en la inmensidad del espacio».8
El efecto diurno se logra mediante la instalación de una gran esfera armilar9 con un “sol” brillante en su centro, rodeado por anillos elípticos que simbolizan los planetas en órbita, para experimentar, durante la noche terrestre, una representación del sistema solar newtoniano iluminado artificialmente.
La alternancia entre ambos efectos crea una dialéctica espacial para promover la comprensión cósmica universal que caracterizó el pensamiento newtoniano. El proyecto de Boullée busca resolver una de las paradojas fundamentales de la condición humana: la aspiración hacia lo infinito que define nuestra existencia material.
Cenotafio de Newton: la Monumentalización del Intelecto Científico
El cenotafio de Newton convierte simbólicamente la figura de Isaac Newton en representación universal del intelecto científico. Boullée pretende crear un espacio capaz de «envolver» a Newton «en sí mismo», para transformar al hombre en un espíritu sublime que se identifica con el mundo entero.
La característica definitoria del cenotafio como tipología arquitectónica es la ausencia física del cuerpo. Newton no requiere presencia corporal porque su verdadera substancia consiste en las leyes científicas que descubrió. El cenotafio materializa el principio inmortal del conocimiento, que encuentra su expresión arquitectónica en la inmaterialidad lumínica del espacio interior.
En la perspectiva de Boullée, Newton representa la demostración de que el intelecto humano puede alcanzar conocimientos de validez universal mediante la aplicación sistemática del método científico. El cenotafio aspira a generar experiencias de naturaleza místico-religiosa, fundamentadas en la contemplación del orden científico del universo en lugar de la revelación sobrenatural tradicional.
A pesar de su grandiosidad conceptual, el cenotafio newtoniano presenta contradicciones significativas que revelan las limitaciones inherentes del proyecto ilustrado de democratización del conocimiento.
La escala monumental del edificio y la sofisticación técnica requerida para su construcción contradicen los ideales igualitarios que supuestamente inspiraban el homenaje al conocimiento universal. El pensamiento ilustrado proclamaba la universalidad de la razón mientras mantenía estructuras sociales que limitaban drásticamente el acceso real a la educación y la cultura. En este caso, la concepción del proyecto supone un visitante capaz de apreciar las referencias científicas y filosóficas que articula la experiencia espacial. El «efecto nocturno» de las constelaciones requiere conocimientos astronómicos previos para ser completamente comprendido, mientras que la esfera armilar del «efecto diurno» presupone familiaridad con los modelos cosmológicos newtonianos, estableciendo una dimensión elitista al proyecto, a pesar de su retórica universalista.
Legado conceptual y repercusión contemporánea
Debido a limitaciones técnicas, económicas y estructurales, en la práctica resultaba imposible construir el cenotafio, una limitación que reduce el proyecto a ejercicio puramente especulativo. Boullée parece consciente de esta tensión entre la exploración de posibilidades arquitectónicas y las restricciones de construcción real, concentrado su trabajo en el desarrollo de dibujos y descripciones que funcionan como obras de arte autónomas, asumiendo la desproporción entre la expansión conceptual del universo newtoniano y las limitaciones materiales de la cultura constructiva contemporánea. De hecho, para Boullée, la construcción es un arte secundario a la arquitectura.10
Sin embargo, el cenotafio constituye un precedente conceptual para desarrollos posteriores de la arquitectura moderna, respecto a la concepción del espacio como vehículo de experiencias sensoriales y la utilización de la geometría pura como lenguaje expresivo autónomo. La estrategia de Boullée de concentrar toda la carga semántica en una forma geométrica depurada anticipa las investigaciones de las vanguardias del siglo XX, que buscarán desarrollar un vocabulario arquitectónico liberado de las referencias históricas tradicionales.
La concepción del interior como espacio de inmersión sensorial prefigura desarrollos contemporáneos en el diseño de museos y espacios culturales que utilizan tecnologías para crear experiencias de realidad virtual o aumentada. El «efecto nocturno» es un antecedente conceptual de los planetarios modernos, mientras que la alternancia entre atmosferas contrastantes anticipa estrategias escenográficas comunes en la arquitectura contemporánea.
Sin embargo, el aspecto quizás más influyente del proyecto reside en su concepción de la arquitectura como un dispositivo capaz de generar conocimiento a través de la experiencia espacial directa. Esta idea se desarrollará posteriormente en corrientes pedagógicas que enfatizan la importancia del aprendizaje sensorial y experiencial. Al utilizar la arquitectura para hacer comprensible la inmensidad cósmica establece un precedente desarrollos contemporáneos en arquitecturas dedicadas a la divulgación científica que utilizan recursos espaciales para comunicar conceptos como la escala atómica, la vastedad galáctica o la profundidad del tiempo geológico.
Conclusión
“¡Oh, Newton! Si por la vastedad de tus luces y la sublimidad de tu genio has determinado la figura de la tierra, yo he concebido el proyecto de envolverte con tu descubrimiento. Es, en cierto modo, envolverte contigo mismo. ¡Ah! ¿Cómo encontrar, fuera de ti, nada que puede ser digno de ti? Con estas miras he querido caracterizar tu sepultura con la figura de la tierra. A imagen de los antiguos, y con el designio de rendirte homenaje, te he rodeado de flores y cipreses. El interior de esta sepultura está concebido con el mismo espíritu. A servirme, Newton, de tu divino sistema para formar la lámpara sepulcral que ilumina tu tumba, creo haberme hecho también yo sublime. Es la única decoración que me ha parecido obligado usar. Habría considerado que cometía un sacrilegio decorando este monumento de otra manera.”11
El Cenotafio para Isaac Newton de Étienne-Louis Boullée constituye una manifestación sorprendente de la arquitectura conceptual occidental, donde convergen la monumentalidad clásica, la precisión científica ilustrada y una comprensión visionaria del espacio como vehículo de experiencias trascendentes. Este proyecto utópico trasciende las limitaciones de su época estableciendo una reflexión arquitectónica sobre la capacidad del arte para materializar conceptos de naturaleza metafísica.
La agudeza del proyecto reside en su capacidad para sintetizar múltiples niveles de significación que operan simultáneamente en los registros científico, filosófico, religioso y estético. Boullée logra crear un monumento que celebra el conocimiento científico como nueva forma de espiritualidad laica. Las contradicciones y limitaciones del proyecto revelan las tensiones inherentes del proyecto ilustrado por la democratización del conocimiento y las desproporciones entre ambición conceptual y capacidad técnica que caracteriza los momentos de transformación cultural.
El cenotafio funciona como el documento de una época que aspiraba a refundar la cultura occidental sobre bases racionales. Su impacto en el desarrollo posterior de la arquitectura confirma su condición de obra seminal, anticipando desarrollos conceptuales que se materializarán en épocas posteriores.
La concepción del espacio como dispositivo de experiencia programada, la utilización de la geometría pura como lenguaje expresivo autónomo y la comprensión de la arquitectura como vehículo epistemológico constituyen innovaciones que continúan influyendo en la práctica arquitectónica contemporánea.
©NT
Referencias:
1 (Lindenmeyer,2022)
2 The Marginalian: A Cenotaph for Newton
3 Boulléeescribió «Architecture, Essai sur l’art» (Arquitectura, Ensayo sobre el arte)en 1793, pero fue publicado póstumamente en 1953.
4 La obra de Boullée ejemplifica la arquitectura parlante, con diseños como el Cenotafio de Newton, una enorme esfera perfecta que simbolizaba la universalidad del conocimiento del científico, o la Biblioteca Real, que reflejaba la grandeza del saber a través de sus formas imponentes.
5 (Lindenmeyer,2022)
6 La pirámide más grande de Guiza es la Gran Pirámide de Keops. Sus dimensiones han cambiado un poco a lo largo de los siglos debido a la erosión y el paso del tiempo. Su altura original era de 146,50 metros y actualmente mide 136,86 metros. Respecto a las otras pirámides del conjunto de Guiza, la Pirámide de Kefrén medía originalmente 143,5 metros, hoy 136 metros, y la Pirámide de Micerino que originalmente medía 66 metros, actualmente mide alrededor de 62 metros.
7 En la Grecia y Roma antiguas, el ciprés estaba ligado a Hades (dios de los muertos) y Plutón (dios de los infiernos). Se creía que este árbol sagrado era un símbolo de luto y, a menudo, se plantaban ramas de ciprés en las casas donde había fallecido alguien. El mito de Cipariso, un joven convertido en ciprés por Apolo en señal de duelo, también contribuyó a esta asociación.
8 (Lindenmeyer,2022)
9 Una esfera armilar es un antiguo instrumento astronómico y didáctico que se utilizaba para representar el movimiento aparente de los cuerpos celestes alrededor de la Tierra (o, en modelos posteriores, alrededor del Sol). Su nombre proviene del latín «armilla», que significa «anillo» o «brazalete», debido a que está compuesta por un esqueleto de anillos concéntricos.
10 ¿Qué es la arquitectura? ¿La definiré, como Vitruvio, como el arte de edificar? No. Hay en esa definición un grosero error. Vitruvio toma el efecto por la causa. Es preciso concebir para efectuar. Nuestros primeros padres sólo construyeron sus cabañas tras haber concebido su imagen. Esta producción del espíritu, esta creación es lo que constituye la arquitectura, a la que, en consecuencia, podemos definir como el arte de producir y llevar a la perfección cualquier edificio. El arte de construir no es, pues, sino un arte secundario, que nos parece adecuado denominar la parte científica de la arquitectura. El arte propiamente dicho y la ciencia; he aquí lo que creemos distinguir en la arquitectura. (Boullée,1972,247)
11 (Boullée,1972,257)
Bibliografía:
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Garavito Zuluaga, Juan Pablo. “Etienne-Louis Boullée y Hegel: El espacio, la libertad, el terror” Universitas Philosophica 59, año 29. Bogotá, Colombia: julio-diciembre 2012, pp. 161-177 ISSN 0120-5323
Kaufmann, Emil. “Three Revolutionary Architects: Boullée, Ledoux, and Lequeu,” Transactions of the American Philosophical Society Vol 42. No. 3, 1952
Lindenmeyer, Bryar “Analysis of Étienne-Louis Boullée’s Cenotaph for Isaac Newton” Landscape Architecture 314 University of Illinois at Urbana-Champaign Spring 2022
The Marginalian: A Cenotaph for Newton: The Poetry of Public Spaces, the Architecture of Shadow, and How Trees Inspired the World’s First Planetarium Design. https://www.themarginalian.org/2021/03/18/etienne-louis-boullee-newton-cenotaph/ [Consultado el 28-05-2025]
Rossi, Aldo. “Boullée: Architettura, Saggio suIl’arte” Padova: Marsilio Editori, 1967
Vidler, Anthony “The Ledoux Effect: Emil Kaufmann and the Claims of Kantian Autonomy,” Perspecta 33 (2002), pp.16-29
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