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ARQUITECTURAEnsayos

Promenade Architecturale: De la Experiencia Espacial a la Metáfora Urbana

Le Corbusier, Villa La Roche Jeanneret, tecnne ©FLC/ADAGP ©Olivier Martin-Gambier

Según las observaciones de Tim Benton, la promenade architecturale, concepto central en la obra de Le Corbusier, trasciende su dimensión funcional para operar como un mecanismo narrativo y simbólico en la configuración del espacio arquitectónico. Más que un simple tránsito a través de la estructura, se manifiesta como una secuencia espacial diseñada para articular la percepción del entorno y mediar en la experiencia sensorial del usuario. Este principio, presente en proyectos emblemáticos como las villas La Roche, Stein/de Monzie y Savoye, se adapta a distintos contextos, adquiriendo connotaciones específicas según cada obra. Su influencia no se limita a la tipología de la villa, sino que se extiende a proyectos posteriores como el Carpenter Center for Visual Arts, donde la rampa reformula la lógica de la promenade architecturale en un ámbito urbano e institucional. A través de estas exploraciones, Le Corbusier consolida una concepción del espacio arquitectónico estructurada por el desplazamiento y la percepción secuencial, estableciendo así un paradigma en la relación entre arquitectura y experiencia del usuario.

Promenade Architecturale: De la Experiencia Espacial a la Metáfora Urbana en la Obra de Le Corbusier

Le Corbusier conceptualiza la «promenade architecturale» como una experiencia dinámica y secuencial del espacio arquitectónico, en la que la percepción de la obra se construye a través del desplazamiento. Este enfoque contrasta con la apreciación estática de la arquitectura desde un punto de vista fijo, enfatizando la relación entre el movimiento del observador y la revelación progresiva del espacio.

La promenade architecturale no se reduce a un simple recorrido físico, sino que implica una interacción dialéctica entre la percepción sensorial y el orden geométrico subyacente en la planta arquitectónica. En este sentido, el tránsito por el edificio no solo permite descubrir la disposición espacial, sino que exige una participación activa de la imaginación para comprender la sucesión de espacios y su relación con el entorno.

A lo largo de sus proyectos, Le Corbusier incorpora esta noción mediante secuencias espaciales que articulan transiciones entre interior y exterior, favoreciendo la integración con la naturaleza. Este principio, lejos de ser una estrategia premeditada en todos los casos, surge en ocasiones como un hallazgo pragmático durante el proceso de diseño, para luego consolidarse en el desarrollo del proyecto. Además, la promenade arquitectónica adquiere significados específicos en cada obra, modulando la experiencia del usuario de acuerdo con las intenciones conceptuales del arquitecto.

Influencia de la arquitectura árabe

La arquitectura árabe desempeñó un papel fundamental en la formulación del concepto de promenade architecturale en la obra de Le Corbusier, influyendo en su concepción del espacio y en la relación entre el movimiento y la percepción arquitectónica.

En 1935, Le Corbusier destacó el valor de la arquitectura árabe, señalando que su apreciación debía realizarse “en marcha, con el pie”, lo que evidencia una afinidad conceptual con su noción de recorrido arquitectónico. Esta influencia se consolidó a partir de sus observaciones sobre la arquitectura vernácula argelina, particularmente en la casbah de Argel y en el valle del M’zab, donde identificó estrategias espaciales basadas en la oclusión y la aparición progresiva de los espacios.

Asimismo, durante su voyage d’orient en 1911, Le Corbusier experimentó efectos similares en las calles de las ciudades otomanas, donde los muros que delimitaban casas y mezquitas generaban una secuencia de revelaciones espaciales. Este principio de recorrido no axial, característico de la arquitectura islámica, contrasta con la organización simétrica y jerárquica del urbanismo neoclásico, un aspecto que también identificó en su análisis de la Acrópolis de Atenas, donde la disposición procesional del acceso al Partenón rompe con la lógica axial dominante en la tradición clásica.

La promenade architecturale y la primacía de la planta

Le Corbusier articuló una relación dialéctica entre la promenade architecturale y la primacía de la planta arquitectónica, estableciendo un equilibrio entre la percepción fenoménica del espacio y el orden abstracto subyacente.

Desde su principio fundamental de que «la planta es la generadora», Le Corbusier defendía la necesidad de un orden algebraico en la planificación arquitectónica. Sin embargo, su enfoque no se limitaba a la percepción secuencial de los espacios urbanos a nivel de la calle, sino que incorporaba una concepción estructural donde el desplazamiento del individuo respondía a una meta definida, sintetizando la experiencia fenomenológica con una organización espacial rigurosa.

Para Le Corbusier, la arquitectura no se comprendía únicamente a través del recorrido físico, sino que implicaba una dimensión conceptual en la que la imaginación espacial desempeñaba un papel central. Esta idea se reflejaba en su método de diseño, en el que los efectos espaciales de la promenade architecturale a menudo surgían como hallazgos fortuitos durante el proceso creativo, antes de ser formalizados en el proyecto definitivo.

Si bien sus diseños se concebían predominantemente en planta, las representaciones en perspectiva y axonometría se incorporaban en fases posteriores, ya sea para su presentación a los clientes o para su difusión en publicaciones.

El desarrollo de la promenade architecturale en las villas de Le Corbusier—particularmente en la Villa La Roche, la Villa Stein/de Monzie y la Villa Savoye—no obedeció a un esquema predefinido, sino que emergió como respuesta a condicionantes específicas del diseño, frecuentemente determinadas por factores pragmáticos e imprevistos.

Manifestaciones de la promenade architecturale en las villas de Le Corbusier

Villa La Roche

En sus primeras fases de diseño, la Villa La Roche presentaba una configuración estática que posteriormente se transformó en un sistema espacial dinámico, vinculado a la circulación del usuario a través de una colección de arte. La reducción del solar obligó a la creación de un espacio de triple altura atravesado por un puente, estableciendo un vínculo visual y funcional entre las áreas públicas y privadas, lo que acentuó la importancia del recorrido arquitectónico.

El esquema original de la rampa de acceso fue sustituido por una escalera que conduce a un lucernario sobre la biblioteca, mientras que los balcones y otros elementos surgieron como soluciones independientes dentro de un proceso de ajuste progresivo. En este contexto, la promenade architecturale en la Villa La Roche puede asociarse tanto con la lógica expositiva del arte moderno como con una experiencia espacial que sugiere una elevación progresiva del espíritu.

Villa Stein/de Monzie

El desarrollo de la Villa Stein/de Monzie pasó de un diseño inicial simétrico y contenido a una estructura más fragmentada, donde los espacios se dispersan de manera articulada. La segregación de los locales de servicio permitió la apertura de una terraza que establece una relación fluida entre el jardín trasero, la azotea y un jardín privado en la cubierta, generando una continuidad espacial que define el recorrido arquitectónico.

En este caso, la promenade architecturale se despliega principalmente en el interior del edificio, estableciendo conexiones visuales estratégicas, como la relación entre el vestíbulo y la biblioteca o las terrazas intermedias. La película de Pierre Chenal sobre la villa enfatiza este recorrido, mostrando a Le Corbusier en el papel del propietario y subrayando la interacción entre el espacio arquitectónico y la naturaleza circundante.

Villa Savoye

En la Villa Savoye, la promenade architecturale alcanza su desarrollo más explícito y complejo. En los primeros croquis, Le Corbusier exploró la posibilidad de una rampa elevada para el acceso vehicular al primer nivel, integrando el edificio en su visión urbanística más amplia. Aunque esta idea fue descartada, la circulación de automóviles influyó en la configuración final de la planta baja, donde el recorrido en forma de U permite que los pasajeros sean depositados en el vestíbulo antes de continuar su tránsito a pie a través de la rampa.

El carácter dramático de este recorrido se intensifica mediante la disposición de elementos espaciales estratégicos, como los ventanales triangulares, las vistas oblicuas al vestíbulo y la falsa ventana en el solárium, que enmarcan la percepción del entorno y refuerzan la experiencia secuencial del espacio. Al igual que en la Villa Stein/de Monzie, la circulación en la Villa Savoye establece un vínculo entre la arquitectura y la naturaleza, enfatizando la transición fluida entre los diferentes niveles del edificio.

La rampa en la Villa Savoye como elemento central de la promenade architecturale

La rampa en la Villa Savoye se erige como el componente arquitectónico definitorio de la promenade architecturale, funcionando no solo como un medio de conexión entre los distintos niveles del edificio, sino también como un dispositivo espacial que articula la experiencia del movimiento.

Continuidad espacial: La rampa establece una transición gradual entre el vestíbulo de entrada y la terraza de la cubierta, asegurando un recorrido sin interrupciones.

Percepción dinámica del espacio: A medida que el usuario asciende, se despliegan vistas cambiantes del interior y del paisaje circundante, generando una secuencia perceptiva en constante transformación.

Analogía con la circulación vehicular: La rampa remite a la movilidad automovilística, evocando la integración del automóvil en la concepción original del proyecto.

Articulación de sistemas de circulación: La rampa simboliza la transición entre la circulación vehicular y la peatonal, materializando una reflexión sobre la movilidad en la arquitectura moderna.

Culminación del recorrido: La trayectoria finaliza en la falsa ventana orientada al noroeste, configurando un punto focal que otorga sentido al desplazamiento.

Relación con la naturaleza: La secuencia espacial integra progresivamente el entorno natural, reforzando la interacción entre el interior y el exterior.

Significado y simbolismo de la promenade architecturale

La promenade architecturale en las villas de Le Corbusier no solo configura una experiencia espacial, sino que también adquiere múltiples significados que varían según el contexto arquitectónico y conceptual de cada obra. Desde la relación con la historia del arte hasta la integración con la naturaleza y la movilidad, su interpretación se enriquece a través del análisis de Tim Benton y la propia obra de Le Corbusier.

Relaciones con el arte y la elevación del espíritu

En la Villa La Roche, el recorrido arquitectónico puede vincularse con la evolución del arte moderno. La secuencia espacial refleja una progresión desde el Cubismo analítico y cristalino hasta el Purismo, siguiendo la disposición de la colección pictórica de Raoul La Roche. Esta organización sugiere una lectura del espacio en paralelo a la transformación de la pintura moderna.

Otra interpretación sugiere que la promenade architecturale en esta villa simboliza una elevación progresiva del espíritu. El recorrido espacial, concebido como una travesía desde la cotidianidad hacia el ámbito intelectual, culmina en la biblioteca, estableciendo una correspondencia simbólica entre el desplazamiento arquitectónico y un proceso de ascensión intelectual y reflexiva.

Interacción con la naturaleza y la percepción espacial

En la Villa Stein/de Monzie, la promenade architecturale estructura una transición fluida entre tres tipos de naturaleza: el jardín trasero, la terraza y el jardín privado en la cubierta. La secuencia espacial enfatiza la interacción del usuario con el entorno natural, subrayando la importancia de la arquitectura como un mediador entre el espacio construido y el paisaje.

Este principio es reforzado en la película de Pierre Chenal sobre la villa, donde el recorrido es presentado como una reflexión sobre la naturaleza, destacando cómo la arquitectura enmarca y redefine la relación del observador con el exterior.

Movilidad y urbanismo en la Villa Savoye

En la Villa Savoye, la rampa adquiere un papel central en la estructuración del recorrido arquitectónico, funcionando como un elemento de transición entre los sistemas de circulación vehicular y peatonal. Esta relación puede entenderse como una alusión a las teorías urbanísticas de Le Corbusier, donde la movilidad—tanto del automóvil como del peatón—desempeña un papel fundamental en la configuración del espacio moderno.

El recorrido procesional también se manifiesta en la Villa La Roche, donde el balcón del vestíbulo cumple una doble función: por un lado, representa un gesto de bienvenida, como si La Roche saludara a sus visitantes, y por otro, enfatiza la dimensión ceremonial del tránsito a través del edificio.

Estructura conceptual y pragmatismo del diseño

La promenade architecturale no solo responde a principios perceptivos, sino que también expresa una dialéctica entre la experiencia fenoménica y el orden abstracto de la planta. Le Corbusier integró esta relación en sus proyectos, permitiendo que la secuencia espacial revelara la estructura conceptual subyacente del edificio.

Además, su desarrollo no siempre obedeció a una planificación premeditada, sino que en muchos casos surgió como una respuesta pragmática a las circunstancias del diseño, dando lugar a hallazgos fortuitos que enriquecieron la experiencia espacial.

Influencia de la promenade architecturale en el Carpenter Center for Visual Arts

La promenade architecturale no solo fue un principio fundamental en la obra residencial de Le Corbusier, sino que también influyó en sus proyectos posteriores, como el Carpenter Center for Visual Arts en Cambridge, Massachusetts. En este edificio, diseñado en 1960, la continuidad del recorrido arquitectónico se mantiene como un elemento central, adaptado a un contexto urbano y programático distinto.

El diseño del Carpenter Center remite explícitamente a los croquis iniciales de la Villa Savoye, donde la disposición de la rampa y la estructura elevada sobre pilotes configuran una secuencia espacial ascendente. El primer boceto del proyecto, fechado el 1 de abril de 1960, guarda una notable similitud con los primeros esquemas de la Villa Savoye, incorporando una “route ascensionelle” que conduce a un volumen horizontal acristalado, elevado sobre pilares y coronado por una forma circular.

Más allá de su continuidad formal y conceptual, la rampa en el Carpenter Center puede interpretarse como una metáfora urbana elaborada, en la que Le Corbusier reitera su defensa de los principios de la Ville Radieuse, en contraste con las lógicas urbanísticas predominantes en el contexto estadounidense. En este sentido, el recorrido arquitectónico no solo estructura la percepción del espacio construido, sino que también manifiesta una postura crítica respecto a la planificación urbana y la integración entre la arquitectura y la ciudad.

El Carpenter Center reinterpreta la promenade architecturale de la Villa Savoye dentro de un marco urbano e institucional, manteniendo la idea de un recorrido secuencial que enriquece la experiencia del usuario y refuerza la dimensión simbólica del edificio.

La promenade architecturale como experiencia virtual

Para Tim Benton, la promenade architecturale ha sido interpretada como una experiencia más virtual que real, en la medida en que su percepción no depende exclusivamente del desplazamiento físico a través del espacio, sino de una construcción imaginativa que trasciende la visión monocular de un observador en movimiento.

Uno de los elementos clave de esta virtualidad radica en la necesidad de la imaginación espacial para completar la experiencia arquitectónica. La promenade architecturale no se reduce a la secuencia visual percibida por un sujeto en tránsito, sino que integra una comprensión más amplia del espacio, permitiendo asociaciones que no se limitan a la perspectiva lineal de una cámara. Esta dificultad de representación cinematográfica se evidencia en intentos de filmación, como en la película sobre la Villa Stein de Monzie realizada por Pierre Chenal, donde el montaje introduce cortes para compensar la monotonía visual de ciertos tramos del recorrido. De manera similar, la rampa de la Villa Savoye ofrece una experiencia espacial que no se traduce fácilmente en una narrativa visual continua, pues su percepción depende de un proceso de integración más complejo que el simple registro visual del desplazamiento.

En los dibujos de Le Corbusier, la promenade se representa con ángulos de visión amplios que permiten una comprensión espacial más totalizadora, en lugar de replicar la percepción limitada de un sujeto en movimiento. Esta estrategia confirma que la promenade architecturale no puede reducirse a un punto de vista móvil, sino que responde a una lógica más abstracta de sucesión espacial y relación con el entorno natural. El balcón del vestíbulo de la Villa Savoye, por ejemplo, refuerza este carácter procesional, funcionando tanto como un elemento de recepción visual al ingresar al edificio como una instancia de transición dentro del recorrido arquitectónico.

En este sentido, la promenade architecturale no es simplemente un fenómeno perceptivo vinculado al movimiento del usuario, sino un principio proyectual que organiza la experiencia del espacio a partir de una construcción conceptual y representacional que excede la literalidad del desplazamiento físico.

Conclusión

La promenade architecturale trasciende su condición de recorrido espacial para constituirse en un mecanismo narrativo y un medio de expresión simbólica. A lo largo de su obra, Le Corbusier articuló este principio como un recurso proyectual que estructura la percepción del espacio y condiciona la experiencia del usuario. Su aplicación en distintos contextos, desde las villas hasta proyectos de escala institucional y urbana, evidencia su versatilidad como estrategia compositiva. Este legado continúa siendo un referente en la práctica arquitectónica contemporánea, proporcionando un marco conceptual para el diseño de espacios que integren la dimensión sensorial, simbólica y funcional de la arquitectura.

©tecnne

Fotografías: ©FLC/ADAGP ©Olivier Martin-Gambier

Fuente: Benton, Tim, “Le Corbusier and the promenade architecturale” en Revista Arquitectura N°264-265 (1987), 38-47

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