Retóricas arquitectónicas, Dolores Gómez Macedo
“En primer lugar deberíamos preguntarnos si en este momento es deseable combinar arquitectura, pintura y escultura. Como arquitecto y urbanista creo que no sólo es deseable: en algunos casos es incluso necesario. La arquitectura de hoy tiene que ser más funcional y no puede existir sin un sentido de los valores plásticos. Sin ellos produciríamos edificios, pero no arquitectura”. Josep Lluís Sert
Hay una sinergia intelectual que subyace en diferentes obras de distintos arquitectos y que refleja en algunos casos, relaciones entre maestros y discípulos, en una especie de red; la cual se sigue “tejiendo”…
Todos conocemos cómo la vasta trayectoria de Le Corbusier trasciende en tiempo y espacio, a través también de obras y proyectos de numerosos arquitectos y en particular de quienes estuvieron vinculados con él; como sucedió con el catalán José Luis Sert y su arquitectura tanto en Europa como en América.
Sin duda Le Corbusier creó nuevos itinerarios para transitar la arquitectura, propuso nuevos escenarios y sus ideas fueron experimentadas, corroboradas y desafiadas por sus “discípulos o seguidores” muchos de los cuales, pasaron por su atelier 35 Rue de Sèvres y dieron cierta visibilidad a sus postulados y propuestas en América.
En Crónica de un desencuentro: Le Corbusier en las Américas, Alejandro Lapunzina afirma: “A lo largo de su extendida trayectoria profesional Le Corbusier mantuvo una intensa relación con las Américas. Compleja y ambigua, esta relación fue generada y nutrida por él mismo y por numerosos interlocutores con los que el arquitecto trabó relación, primero en París y más tarde a través de sus viajes al continente americano. Entre sus primeros interlocutores destacaron miembros de las élites sociales y culturales americanas pero más tarde, a medida que su fama y prestigio internacional crecían, se fueron sumando personalidades de otros ámbitos –políticos, intelectuales, artistas, profesionales— y jóvenes colegas, algunos de los cuales colaboraron con él en diversos proyectos o instancias de su actividad profesional. Sustentada en dichas relaciones personales y en una veintena de viajes trasatlánticos, la relación entre Le Corbusier y las Américas fue ciertamente rica y quedó plasmada en un conjunto heterogéneo de proyectos, desde pequeños encargos privados hasta ambiciosos planes urbanos. Solo dos llegaron a concretarse: la Casa Curutchet en La Plata, Argentina (1949-1952) y el Carpenter Center for the Visual Arts en Harvard University, Cambridge, Estados Unidos (1959-1963).”
Cabe destacar que con anterioridad, en 1947 Le Corbusier como representante de Francia, integró parte de un equipo multinacional de prestigiosos arquitectos encargados de proyectar la sede central de las Naciones Unidas (ONU) y por encargo del gobierno de Colombia, el Plan Director de Bogotá, estando el Plan Regulador a cargo Town Planning Associates (Sert y Paul Lester Wiener).En relación al Centro Carpenter fue la segunda y última obra construída de Le Corbusier en América.
“De la larga lista de procesos interrumpidos hay dos excepciones: la Casa Curutchet y el Carpenter Center; en ambas Le Corbusier desplegó todo el arsenal de sus ideas y lenguaje arquitectónico como si quisiera dejar firmemente establecido el legado de su obra en suelo americano. Pero estas dos obras podrían haber fácilmente pasado a engrosar la lista de frustraciones si no hubiera sido por la determinación de dos paladines de la arquitectura moderna –Amancio Williams y Josep Lluis Sert— y su incondicional lealtad a Le Corbusier. Ambos condujeron los respectivos procesos de concreción con paciencia y profesionalismo, aun cuando se vieron forzados a hacer algunos ajustes en las obras que alteraron el proyecto original.” ¹
José Luis Sert (1.902-1.983), es sin duda el mayor representante del racionalismo español, que buscaba introducir la arquitectura moderna en su país, apartándose del academicismo. Se formó en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, (graduado en 1.929); tuvo intensa relación con renombradas figuras del arte, tales como Joan Miró, Alexander Calder o Pablo Picasso y primeramente con su tío el pintor José María Sert y como ya señalé, discípulo directo de Le Corbusier, a quien conoció en su viaje a París en 1.926 y quien le dio la posibilidad de formar parte de su estudio durante varios años.
“Cuando a Sert le empezó a interesar la arquitectura, la Bauhaus y la arquitectura del norte de Europa representaban la vanguardia de aquella época. Eso sucedió a finales de los años veinte, que fue cuando él empezó. Y Sert dijo dos cosas: que aquello le recordaba a las casas de estuco del Mediterráneo, pero lo que él quería hacer era incorporar el color y la vida del Mediterráneo a la arquitectura cubista del norte de Europa. Él siempre se consideró a sí mismo como alguien interesado en lograr la síntesis de aquellas dos culturas.”
Robert Campell (Documental J.L.Sert – Un sueño nómada)
Su carrera profesional se destacó desde sus inicios. Como bien señala Antón Capitel, en sus Notas en torno al arquitecto José Luis Sert: “… la madurez de Sert quedó probada ya en 1931, cuando -sólo dos años después de acabar la carrera- realizó una de sus primeras obras maestras, una de las más logradas -quizá incluso la más- de esta primera época: el edificio de viviendas en la calle de Muntaner, en Barcelona. Es esta una obra excepcional, además de bastante personal, pues aunque no pueda dudarse de su filiación y de sus rasgos corbuserianos, no hay en la obra del maestro suizo un edificio semejante.”
Su vasta trayectoria incluye la creación en Cataluña de la GATCPAC, Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea, el proyecto urbanístico Plan Macià junto a Le Corbusier y Pierre Jeanneret para modernizar Barcelona, participación en las reuniones del CIAM y obras, tales como el Dispensario Central Antituberculoso (1935), el Pabellón de la República para la Exposición de París (1937) donde la arquitectura junto con la escultura, la pintura y la fotografía reflejan la tragedia del pueblo español (con obras de Picasso, Miró, Calder, González y Renau), y que le significó su inhabilitación profesional por parte del régimen franquista y finalmente su residencia en Estados Unidos en 1941.
“Y fue precisamente para ése pabellón para el que Picasso pintó su célebre Guernica. Tuve el privilegio de ver el Guernica durante cada día durante la vida de la exposición, se sentía uno en presencia de algo sin precedente. Es un verdadero mural por su calidad y su naturaleza, incomparable con ninguna obra mural producida en la época moderna.”
J L Sert (Documental J.L.Sert – Un sueño nómada)
En Nueva York creó el estudio Town Planning Associates (1941-1956) de arquitectura y urbanismo, junto a Paul Lester Wiener, desarrollando planes para ciudades de América del Sur, fue profesor en la Universidad Yale y desde 1953 a 1969 decano de la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard, cargo en el que sucede a Walter Gropius (quien lo convenció de aceptar su nueva etapa de profesor).
En paralelo con el ámbito académico, Sert continuará su labor profesional durante casi dos décadas con numerosas obras destacadas; en su nuevo estudio Sert, Jackson & Associates diseñará numerosos proyectos universitarios: la Facultad de Derecho de la Universidad de Boston, la Mugar Memorial Library y la George Sherman Union y para Harvard, Centro Holyoke (1958 – 1965), Peabody Terrace para los estudiantes (1962-1964) y el Centro de Ciencias (1973). Mención aparte merecen también su casa patio en Cambridge (1957-1958), la Fundación Maeght (1959-1964) en Saint-Paul-de-Vence, sur de Francia y la Fundación Miró (1972- 1975) en Barcelona.
Como mencionaba al principio, ese entrelazado arquitectónico sigue extendiéndose, como un gran portador de ideas en nuevas obras o procesos de diseño de diferentes arquitectos “epígonos”, con sus dialécticas entre tradición moderna e innovación contemporánea. Mario Corea (1939) recuerda:
“Conocí a Josep Lluis Sert cuando estaba recién graduado y me fui a Estados Unidos. Allí me interesaba ver las obras de arquitectura de Wright, Mies van der Rohe, Sert o Le Corbusier. Empezó como un viaje de estudios, que finalmente duró cinco años y medio. Me fui recién graduado y recién casado, y a la semana de estar allí apareció una oferta de la oficina de Josep Lluis Sert para maquetista; con mi dossier de alumno, porque no había hecho ningún proyecto ni ninguna obra como arquitecto, me presenté y me aceptaron. La historia es que nunca llegué a hacer ninguna maqueta en Estados Unidos, pero me tocó trabajar como parte del equipo en varios proyectos.” ²
Corea se gradúa de Arquitecto en 1962, en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Rosario (FAUR/UNA) y ése mismo año inicia su colaboración en el estudio de Sert, Jackson & Associates, en Cambridge. Posteriormente, participará en el estudio de Desmond and Lord y Paul Rudolph en Boston (1966-67)
Durante su formación académica argentina, tuvo el privilegio de aprender junto a arquitectos renombrados, tales como Jorge Ferrari Hardoy, Francisco Bullrich, Juan Manuel Borthagaray, Carlos Méndez Mosquera y Jorge Enrique Hardoy.
“Corea buscó profundizar sus ideas en los Estados Unidos, particularmente en Boston, en parte aún interesado por la figura de Wright, pero también estimulado por la experiencia en Harvard que Jorge Enrique Hardoy venía de realizar en la Maestría en Urban Design de la Graduate School of Design.
Sin embargo, a diferencia de Hardoy, las primeras experiencias de Corea en Boston no se produjeron en la escala del Plan sino en el de las obras de arquitectura, trabajando en oficinas como proyectista, ayudado por su sobresaliente talento como dibujante. Fue en éstas circunstancias como, sorpresiva e inesperadamente su trayectoria se cruzó con la figura de José Luis Sert, a la sazón decano de la escuela, y quien lo impulsó a completar sus estudios.
Sert, y el programa que bajo su conducción se llevó adelante en la GSD en esos años, marcarían fuertemente el desarrollo posterior de la carrera de MC. El concepto de “diseño urbano” e incluso la “maestría en diseño urbano” fueron creaciones de su exclusiva responsabilidad, de gran importancia asimismo en el desarrollo de la cultura arquitectónica en la segunda mitad del siglo XX. Para Sert – y a diferencia de lo que sostendría J.E.Hardoy – existía una escala específica que reservaba para la Arquitectura un rol singular en la conformación de las ciudades. Era la Arquitectura el instrumento que permitía definir las plazas, las calles, los perfiles, y en general, la textura que habría de caracterizar la calidad del espacio público construido por los edificios.” ³
En 1968 de regreso a Argentina, el arquitecto rosarino, establece el estudio Arquitectos Asociados e inicia su actividad docente, que será interrumpida en mayo de 1976 durante la dictadura militar, cuando debe dejar el país. Corea al igual que Sert, tuvo que vivir la experiencia del exilio y será Sert quién le dé la oportunidad de trabajar en su estudio en Barcelona (Estudio Sert – Fargas – Tous), que en ese momento estaba desarrollando el proyecto La Porta Catalana. Fue un período donde se afianzó el vínculo no sólo profesional sino de amistad.
Luego de finalizar dicha obra en 1983 (Sert fallece unos meses antes) se vinculó a Edgardo Mannino y Francisco Gallardo para formar su propio estudio, dedicado a hacer concursos y proyectos. Desde 1999 consolida el despacho Mario Corea Arquitectura, orientada a la arquitectura social en sus diferentes ámbitos: hospitalaria, educativa, deportiva, residencial, institucional-cultural y al diseño urbano, en Cataluña, en España y en Sudamérica.
“No es casual que Sert, siendo decano de Harvard, creara la carrera de diseño urbano como la necesaria formación de los arquitectos en el diseño de la ciudad, diferenciada de la planificación urbana, más propiamente vinculada con abogados, economistas, etc. Sert tuvo siempre, desde la etapa del GATCPAC y de su relación con Le Corbusier, la obsesión por la vinculación entre la arquitectura y la ciudad. Para hacer arquitectura se debía construir la ciudad, no importaba si era una casita de cien metros cuadrados como la suya o si era un grupo de viviendas de tres manzanas, siempre la arquitectura debía construir la ciudad.” ⁴
En general, en las diferentes obras arquitectónicas se pueden identificar los recursos proyectuales heredados o reelaborados, ya sea en los modos de implantación, en el tipo de relación con su contexto, en su geometría, en las configuraciones espaciales y funcionales, etc.; que remiten de una u otra forma a sus mentores, a veces de modo difuso, ostensible o fragmentario.
“Cuando trabajaba con José Luis Sert, en los años ’60, él me dijo algo que me marcó: “no fue la originalidad la que hizo inmortal al Partenón, sino que era el mejor de su tipo”. A mí me interesa hacer una arquitectura que me emocione y me sorprenda, mi intención es trabajar para la ciudad y para la gente, no busco estar a la moda. Creo que cada uno tiene que quedarse haciendo lo suyo, y la moda te va a venir a buscar. Las obras que se convierten en inmortales es porque son muy buenas.”⁵
Reconocer la retórica o matriz arquitectónica de los grandes maestros, nos permite un acercamiento a los modos espaciales y vivenciales de otros tiempos, a reflexionar sobre sus consecuencias o resultados, nos induce a nuevas exploraciones y búsquedas y nos debería motivar a un “hacer arquitectura” ligada con su propio contexto, con los nuevos tiempos (sociales, económicos y vivenciales) y con las corrientes arquitectónicas y artísticas locales, donde la matriz es el marco referencial que lo contiene y estimula.
Bibliografía / referencias
1 Lapunzina, Alejandro, Crónica de un desencuentro: Le Corbusier en las Américas, http://dx.doi.org/10.4995/LC2015.2015.985 .Valencia, 2015, p.11
2 Corea, Mario, Fragmentos de Arquitectura, Mario Corea Arquitectura, Barcelona, 2010, p.100
3 Liernur, Jorge F. (2006). Mario Corea, obras y proyectos: la disciplina del pudor. En: Mario Corea 1985-2006, AproPress , Barcelona, 2006, p.12
4 Corea, Mario, Op.cit. p.103.
5 Scalae, Documentos Periódicos de Arquitectura, Scalae, 2011.
6 Le Corbusier, Le Grand, Phaidon Press, Londres, 2014.
7 González Capitel, Antón (2002). Notas en torno al arquitecto José Luis Sert. En: “4 Centenarios”. Universidad de Valladolid, Valladolid, pp. 15-39. ISBN 84-8448-203-0.
Crédito de las fotografías: Portada: © Archivo Charlotte Perriand (publicado en una nota del Diario El País 05-06-2019). / Galeria 1: © Fondation Le Corbusier; © Archivos Fundación Maeght: © Carpenter Center / Galería 2: © Adrian Puentes / Galeria 3: © Adrian Puentes
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