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Velarium del Coliseo Romano

Coliseo Romano, Velarium ©glosarioarquitectonico.com

El “velarium” del Coliseo Romano era una estructura de tela retráctil que cumplía la doble función de brindar sombra y protección contra las inclemencias del tiempo a los espectadores. Confeccionado con grandes paneles de lino o cáñamo, este sistema se extendía sobre las gradas y parte de la arena, sostenido por robustos mástiles de madera que se amuraban en los muros de piedra. El velarium era una parte importante de la experiencia de los espectadores en el Coliseo para presenciar los eventos en condiciones más cómodas.

Velarium del Coliseo Romano

El “velarium” del Coliseo Romano era una gran cubierta o toldo retráctil que se utilizaba para proporcionar sombra y protección contra la intemperie a los espectadores que asistían a los eventos en el anfiteatro. El velarium se extendía sobre las gradas y la arena del Coliseo. Estaba hecho de grandes paneles de tela, probablemente de lino.

La función principal del velarium era proporcionar sombra a los espectadores en los días calurosos y protegerlos de la lluvia en caso de mal tiempo. También se utilizaba para crear un efecto de sorpresa, ya que podía desplegarse de forma inesperada.

El velarium era un componente importante en la experiencia de los espectadores en el Coliseo, ya que permitía que los eventos, como las batallas de gladiadores y las representaciones teatrales, se llevaran a cabo en condiciones más cómodas y protegidos de los elementos.

El sistema estructural era similar a la arboladura de los barcos. Tenía un anillo circular interno que no era demasiado grande, pero cubría a la mayor parte de los espectadores. Las lonas se sostenían con anillas y se deslizaban sobre cuerdas que unían del soporte central con la base de los postes.

Los mástiles del velarium

El velarium del Coliseo estaba compuesto por un gran número de mástiles de madera que sostenían la tela. Estos mástiles se ubicaban en la parte superior del anfiteatro y estaban dispuestos en un patrón radial alrededor de la arena central. La tela del velarium estaba hecha de lino o cáñamo y se podía extender o recoger según fuera necesario para proporcionar sombra o protección contra la lluvia.

La ingeniería y la logística necesarias para operar el velarium eran impresionantes y requerían un gran número de trabajadores para manipular las cuerdas y las velas. Los mástiles se erigían de manera que pudieran inclinarse y girar para ajustar la posición y la tensión de la tela. El velarium era manejado por un equipo de marinos que trabajaban en equipo para extender o recoger la cubierta según las condiciones climáticas.

Las telas del Velarium

La tela del velarium se sostenía mediante sistemas de anillos y poleas en el techo del Coliseo. También se podía extender o retraer utilizando un sistema de cuerdas y poleas. Las telas estaban realizadas en lino o cáñamo.

El lino era apreciado en la antigua Roma por su comodidad, durabilidad y versatilidad. Esta fibra textil era obtenida de la planta de lino -Linum usitatissimum- y se usaba para fabricar una variedad de productos textiles, incluyendo ropa, ropa de cama y otros artículos textiles. Las túnicas de lino eran populares tanto entre hombres como mujeres. Eran cómodas y adecuadas para el clima cálido del Mediterráneo. Además, los romanos podían teñir el lino con una amplia gama de colores.

En el ámbito naval, el lino se usaba para fabricar velas de barcos. Eran ligeras y resistentes, lo que las hacía ideales para la navegación en aguas del Mediterráneo. Por lo tanto, se supone que las velas del coliseo estaban realizadas con este material.

El cáñamo era otra fibra textil utilizada en el Imperio Romano para la fabricación de telas. El cáñamo es una planta que proporciona fibras fuertes y resistentes que se pueden hilar y tejer para crear telas duraderas. Aunque no era tan común como el lino, el cáñamo se utilizaba en diversas aplicaciones textiles en la antigua Roma.

De forma similar al lino, el cáñamo se utilizaba en la fabricación de velas para embarcaciones. Las velas de cáñamo eran resistentes y adecuadas para la navegación en el Mediterráneo y otros cuerpos de agua. Además de telas, las fibras de cáñamo se usaban para fabricar cuerdas. Estas cuerdas eran fuertes y duraderas, lo que las hacía ideales para aplicaciones en la construcción, agricultura, navegación y muchas otras áreas. Si bien el cáñamo no era tan lujoso como otras fibras textiles era ampliamente apreciado por su resistencia y versatilidad.

Las cuerdas del velarium

Las cuerdas se fabricaban a partir de diversas materias primas, como cáñamo, lino, esparto y cuero. Las técnicas de tejido y trenzado de cuerdas eran conocidas y utilizadas en todo el imperio para satisfacer las necesidades cotidianas y prácticas de la sociedad romana. Se utilizaban en la construcción para diversas tareas, como medir distancias, trazar líneas rectas, colgar andamios y levantar materiales. También se utilizaban para fabricar arneses para caballos, cuerdas de arco, y cuerdas de asedio para catapultas y máquinas de guerra. En la marina romana, las cuerdas se utilizaban para las velas y aparejos de las embarcaciones. Las cuerdas eran esenciales para controlar las velas de la cubierta, principalmente para extenderlas a través de los mástiles y para soportar estos. En la parte superior del Coliseo se hacían orificios en la piedra para el paso de las cuerdas y así montar los aparejos de sostén.

Las Poleas del velarium

Las poleas se utilizaban en máquinas y dispositivos mecánicos para transmitir y amplificar la fuerza. Esto incluía la operación de molinos, prensas y otros equipos utilizados en la producción de alimentos y bienes.

Las poleas romanas estaban hechas de materiales como madera, metal y cuero, y su diseño podía variar según la aplicación específica. La invención y el uso de poleas en la antigua Roma contribuyeron significativamente al desarrollo de la ingeniería y la tecnología en la época, lo que permitió la construcción de estructuras y la mejora de la eficiencia en una variedad de industrias. Las poleas se empleaban para levantar y mover materiales pesados, como bloques de piedra, columnas y otros componentes arquitectónicos. También se utilizaban en ascensores rudimentarios para elevar y descender objetos y personas, como los numerosos montacargas que se habían instalado en los subsuelos del coliseo para el ascenso de gladiadores.

Conclusion

El Coliseo y su velarium son ejemplos impresionantes de la arquitectura y la ingeniería romanas, y el uso del velarium refleja la atención que se prestaba al confort de los espectadores en los eventos públicos de la antigua Roma. Cuando se desplegaba por completo, proporcionaba sombra a gran parte de los espectadores y ayudaba a mantener el aire fresco en el interior del Coliseo.

Marcelo Gardinetti

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