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ARQUITECTURAEnsayos

Cobra, el reemplazo de la cultura occidental

Cobra, arte experimental, tecnne

Colectivo de arte experimental Cobra, París 1948

En 1948, un grupo de artistas daneses, belgas y holandeses crearon un colectivo de arte experimental, convencidos que la evolución social dará como resultado la disolución de la cultura clásica occidental.  El colectivo comunicó sus ideas al público a través una revista, cuyas páginas reavivaban el interés por el expresionismo histórico y el inmovilismo del surrealismo, con una visión artística profundamente arraigada al tejido sociopolítico de la posguerra. El grupo no se limitó a la representación de un arte popular, sino que intentó intervenir en la sociedad mediante colaboraciones artísticas públicas, para exteriorizar su rechazo al individualismo imperante en el mundo del arte.

Marcelo Gardinetti | 11 de octubre de 2021

“La disolución de la cultura clásica occidental es un fenómeno que sólo puede entenderse sobre el fondo de una evolución social que puede terminar en el colapso total de un principio de sociedad milenario y su sustitución por un sistema cuyas leyes se basan en las exigencias inmediatas de la vitalidad humana”1.

El Grupo Cobra

El colectivo artístico Cobra se formó en París en 1948 como un movimiento internacional de vanguardia, integrado por el danés Asger Jorn, los belgas Christian Dotremont y Joseph Noiret y los holandeses Karel Appel, Guillaume Cornelis van Beverloo y Constant Nieuwenhuys. Conocida como la primera vanguardia de posguerra, su filosofía de corte marxista consiguió una unión de carácter internacional, rara vez tan clara en un movimiento vanguardista2.

El nombre fue acuñado por Dotremont, formando un acrónimo con las iniciales de las ciudades donde provenían los artistas: Copenhague, Bruselas y Ámsterdam. El manifiesto que dio origen al grupo “La Cause était entendue”, fue elaborado por Dotremont, y rubricado por los artistas que componen el grupo 16 de julio de 1948 en el café Notre Dame. El escrito era una respuesta a la declaración “La Cause est entendue” que los Surrealistas Revolucionarios lanzaron el 1 de julio de 1947.

Los artistas de Cobra consideraban que el contexto de posguerra era muy distinto al de las vanguardias históricas y esto exigía nuevas formas de abstracción expresiva y una implicación en la actividad colectiva. Promovieron las tesis del filósofo Henry Lefebvre que exponen un nuevo modelo de sociedad que exige otras aspiraciones3.

El paso previo a la formación de Cobra fue el movimiento holandés Experimentele Groep, formado por Appel, Cornelis y Constant junto a otros cuatro pintores4. Aunque su actividad fue breve, editaron dos números de su propia revista, Reflex, donde expresaron la necesidad de un arte que refleje los cambios sociales y culturales de la sociedad de posguerra.

En el primer número de Reflex, Constant publicó un manifiesto donde expresaba su ruptura con el surrealismo y otros movimientos artísticos occidentales, y la intención de eliminar la distinción entre arte y vida. Afirmaba que la disolución de la cultura clásica occidental podía terminar en el colapso total debido a la evolución social; por lo tanto, debe ser sustituido por un sistema basado en las exigencias de la vitalidad humana, porque “La influencia que las clases dominantes han ejercido sobre la conciencia creativa en la historia, ha reducido el arte a una posición cada vez más dependiente5”.

Para Constant, el arte occidental, que durante la antigüedad celebró a emperadores y papas, se convirtió en un instrumento de glorificación de los ideales burgueses; la crisis de posguerra ofrecía una oportunidad de renovación cultural profunda: “ahora que estos ideales se han convertido en una ficción con la desaparición de su base económica, se abre una nueva era en la que la matriz de las convenciones culturales pierde su importancia y se puede ganar una nueva libertad desde la fuente más primaria de la vida.6

Por su parte, Asger Jorn creía que los aspectos metafísicos del clasicismo habían conseguido espiritualizar e intelectualizar el arte, y por lo tanto, había que volver a poner el arte sobre el fundamento de los sentidos, “pues creemos que los orígenes del arte son instintivos y, por tanto, materialistas”7.

Cobra irrumpió en la escena pública en 1949, con la “Exposition Internationale d’Art Expérimental” realizada en el Museo Stedelijk de Ámsterdam, promovida por el director del museo Willem Sandberg que admiraba la energía de Cobra. Como Sandberg dudaba del efecto que podía causar una pintura desarrollada sobre pequeños lienzos por falta de mercado, les proporcionó un lote de lienzos grandes para que elaboren una serie exclusiva para la exposición8.

El espacio expositivo fue diseñado por Aldo van Eyck, basado en un patrón geométrico que alude a la obra de Mondrian, un concepto contrapuesto a la energía ingenua y espontánea de los trabajos de Cobra; En este diseño, van Eyck intenta conciliar conceptos antagónicos, expresando el deseo real de superar polaridades que no  existen entre el individuo y lo colectivo colectivo9; “Una estrategia contraria al espíritu imaginativo y espontáneo de Cobra, que busca resaltar ese carácter desde lo diametralmente opuesto. Esa aparente incoherencia entre el discurso expositivo y el contenido produce, sin embargo, el efecto de reforzar el trabajo de los artistas de Cobra”10.

La muestra exteriorizó prácticas experimentales inspiradas en la idea del “animal humano”, una representación lúdica del instinto humano que priorizaba la espontaneidad y la experimentación en rechazo del realismo y el naturalismo. El público expresó su desconcierto, negando la condición de arte de la muestra, momento en que los escritores holandeses decidieron alejarse del colectivo11.

El grupo Cobra comunicó sus ideas a través de la revista homónima, donde se expresaron en contra del conservadurismo y las rutinas del negocio del arte, y teorizaron los contenidos de su movimiento a un público internacional. En siete publicaciones periódicas desarrollaron análisis visuales de sus obras, cargadas de pinceladas rusticas y grafismos toscos, donde el arte manifiesta una actitud salpicada por las secuelas de la guerra.

En su objetivo por superar la individualidad y ser impersonales, descubren en la infancia un espacio donde se desarrolla un lenguaje común. Imponen la distorsión colorista de las figuras, las formas planas, contornos ásperos, pintura espesa, “y cuando se puede distinguir un tema, se tiene la sensación de un sueño recordado o de un ritual improvisado”12.

Las pinturas de Constant expresan la devastación producida por la guerra, mediante obras como L’incendie, La guerre o Après nous la Liberté. En Verschroeide aarde, Constant manifiesta la incomodidad una sociedad quemando sus cultivos para evitar que el ejército invasor se apodere de sus recursos; las figuras están esparcidas sobre un paisaje de tierra quemada, representado por un rojo profundo que se diluye en naranja hacia los bordes del cuadro, con grotescas pinceladas que definen las siluetas de las manos evadiendo las llamas13.

Dotremont creía que, tanto la pintura como la poesía se originan en la escritura; la síntesis de esa conjunción son los “logogramas”, dibujos en los que enredaba palabras e imágenes en un mismo plano. Appel componía sus pinturas con figuras de un trazo infantil elemental; compuso Vragende kinderen para el comedor de la casa de Ámsterdam, pero el cuadro se mantuvo oculto durante años debido al rechazo público. Esta oposición manifestada en Amsterdam hacia el arte del grupo, forzó a los pintores holandeses a emigrar a París en 1950.

Con el tiempo, la audacia del grupo sumó adhesiones en toda Europa occidental, y en los dos años siguientes produjeron una importante cantidad de material pictórico y varios artículos. Esta prolífica actividad se exhibió en 1951, en el Palais des Beaux-Arts de Lige, en la que fue la segunda y última exposición del colectivo14. Como la mayor parte de los grupos de vanguardia, después de un período insurrecto, se acoplaron al mercado del arte, y al poco tiempo anunciaron la disolución del grupo a través de la revista.

Conclusión

Con un insuficiente nivel persuasivo, los artistas de cobra buscaron liberar a las masas de las instituciones artísticas y de la hegemonía capitalista como condicionante del trabajo artístico. Sus expresiones de rechazo al orden cultural imperante exteriorizan los efectos traumáticos que produjo la guerra y un deseo de cambio social influido por el carácter espontáneo del experimentalismo danés15.

La búsqueda de nuevas formas de expresión surgidas fue la forma en que los artistas enfrentaron la situación social. El arte de Cobra desafía esa realidad referenciándose en el subconsciente, experimentando en la espontaneidad y la simpleza de los grafismos infantiles16.

Aunque en sus inicios el carácter contradictorio de su obra fue duramente cuestionado, logró una tolerante aceptación por parte de la crítica del mercado de arte. Esta situación derivo en la irreversible pérdida de identidad teórica del grupo, debido a que sus obras pasan a formar parte del mismo estándar cultural que combaten, y como consecuencia, su posición rupturista queda completamente subvertida.

El espíritu renovador del grupo tuvo continuidad en la Internacional Situacionista, donde Constant se transformó en una figura trascendental, promoviendo el urbanismo unitario17; un modelo que rechaza la lógica utilitarista de la sociedad de consumo, aspirando a una ciudad dinámica en la que la libertad y el esparcimiento tengan un papel central.

Marcelo Gardinetti

Notas:

1 (Nieuwenhuys, 1948)

2 El grupo sirvió como plataforma para el lanzamiento individual de sus miembros. Christian Dotremont, secretario general del movimiento serviría desde la disolución como enlace entre los demás miembros.  (Stokvis,1987,7)

3 “la llamada ‘sociedad del bienestar’, en la que uno de los aspectos fundamentales de las reclamaciones de los movimientos vanguardistas será la de la satisfacción de los deseos.” (Fernández Consuegra,2014,127)

4 Los otros cuatro pintores eran Eugène Brands, Jan Nieuwenhuys, Anton Rooskens y Theo Wolvecamp. Tiempo después se unieron los escritores Jan Elburg, Gerrit Kouwenaar y Lucebert.  (Laan,2007,91)

5 (Nieuwenhuys, 1948)

6 Ibídem.

7 “Y es miserable ver hoy en día a los materialistas de buena fe marchar sobre sus cabezas con un realismo y un naturalismo que se oponen a la realidad y a la naturaleza, que se basan en la “ilusión”. El verdadero realismo, el realismo materialista, reside en la búsqueda de la expresión de las formas fieles a su contenido”. (Jorn,1949)

8 (Ratcliff,1994)

9 (Mayoral,2014,70)

10 “Los proyectos deben manifestar en términos arquitectónicos el deseo real de superar las polaridades que realmente no existen individuo–colectivo, material–emocional, permanencia–cambio, interior–exterior. No son dualidades ni polaridades. Este hecho debe ser expresado en cualquier planteamiento” Aldo van Eyck, extracto de una carta a los Smithson,1914, en Ligtelijn Vicent; Strauven, Francis, Aldo van Eyck, writing collected.  Articles and other writings 1947–1998. (Amsterdam: Sun Publishers, 2008), 187. Citado en (Mayoral,2014,71)

11 Apenas se había inaugurado la exposición cuando surgieron rencillas y los escritores holandeses abandonaron la organización.  Sin embargo, siguieron en contacto con los pintores y continuaron colaborando con ellos. (Laan,2007,92)

12 “Los cuadros de Constant, que tienden a la oscuridad, tienen a menudo el aspecto de una tormenta. Los colores de Appel son más brillantes, aunque sus pigmentos están tan vigorosamente rayados como los de Constant, o los de Jorn, aunque este último permite que persistan débiles reminiscencias del dibujo tradicional entre las formas deliberadamente crudas de sus pájaros y bestias innombrables.” (Ratcliff,1994)

13 “Sin embargo, más que dar al paisaje una sensación de profundidad, la aplicación irregular del color llama la atención del espectador sobre la naturaleza material de la superficie del cuadro. Le recuerda el hecho de que la obra está compuesta de pintura y, por tanto, arraigada en la realidad.” (Hyman,2017,3)

14 Esta muestra presentó obras de 33 artistas de 11 países, muchos de los cuales no tenían vínculos estrechos con el Cobra. Además, el evento fue financiado en parte por coleccionistas. (Ibídem)

15 “la verdadera función psíquica de ese arte sólo fue alcanzable para unos pocos espíritus de genio que en su frustración y tras una larga lucha fueron capaces de romper con las convenciones de la forma y redescubrir los principios básicos de toda actividad creativa”. (Nieuwenhuys, 1948)

16 Para todos ellos lo infantil no solo representa la pureza o la inocencia, sino también una sinceridad capaz de expresar con crudeza lo peor del hombre, un instrumento para emitir un juicio implacable sobre la sociedad de su tiempo. (Mayoral,2014,67)

17 Frente a las “máquinas de habitar” y la industrialización de lo urbano propuestas por Le Corbusier, Constant vislumbraba una ciudad humana en la que lo imaginativo y lo funcional se conjugasen (Fernández Consuegra,2014,128)

Bibliografía:

Fernández Consuegra, Celia Balbina, “Internacional Situacionista, un movimiento precursor del Performance Art” index comunicación nº 4 (1) ISSN: 2174-1859 (2014), 123-147 

Hyman, Chloe, “Cobra: A Psychological, Political, and Artistic Response to the Second World War” Tesis doctoral, Tufts University, Art History Department, 2017

Jorn, Asger, “Forms Conceived as Language” Cobra N°2, 1949

Laan, Nico, “The Making of a Reputation: The Case of Cobra”, en Beekman, Klaus; Jan de Vries (eds.) Avant-Garde Critical Studies, Volume: 21 ISBN: 978-90-420-2152-5 (2007), 91–117

Mayoral Campa, Esther, “Principios compartidos. Aldo van Eyck, el grupo Cobra y el arte” Proyecto, progreso, arquitectura, N° 11, noviembre, (2014), 64-75

Nieuwenhuys, Constant, “Manifest” Reflex: orgaan van de experimentele groep in Holland, nº 1, 1948.

Nieuwenhuys, Constant, “C’est notre désir qui fait la revolution” Les artistes libres, Cobra nº 4, 1949.

Ratcliff, Carter, “Snakes and Ladders; The Cobra group, sons of the surrealists”, Tate Magazine issue 4 1994

Stokvis, Willemijn, “Cobra, movimiento artístico internacional de la segunda posguerra” Barcelona: Ediciones Polígrafa; 1987

Fotografías:

Portada: Karel Appel, Begging Children, 1948, © Karel Appel Foundation

[1] – [2] Christian Dotremont, La Cause était entendue ©Yale University Library

[2] – [3] Portadas de Revista Reflex N°1 y N°2 ©The Archive is Limited

[5] CoBrA Stedelijk Museum for the First International Exhibition of Experimental art, 1949 ©E. Kokkorris-Syre – tate.org

[6] Aldo van Eyck, Cobra Exhibiton, ©Van Eyck Foundation

[7] – [8] Cobra Magazine N° 4

[9] Constant, Verschroeide aarde II, 1950 ©Fondation Constant, fotografía Tom Haarsten

[10] Constant, La guerre II, 1950 ©Fondation Constant, fotografía Tom Haarsten

[11] Christian Dotremont, Je Suis la lame, 1948.

[12] Karen Appel, Vragende kinderen,1948 ©Foundation Karen Appel

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